jueves, 10 de julio de 2014

El ego no será destruido, sino reinterpretado

El ego no es real. No existe, aunque dé la impresión de existir mientras sigamos alimentándolo con nuestra creencia en él. Como no es real, en realidad nunca ha nacido y por lo tanto tampoco muere realmente. Simplemente desaparece cuando nos damos cuenta de que nunca estuvo ahí. No es necesario destruir lo que no existe. UCDM habla de deshacer el ego. Esa palabra, deshacer, no implica destrucción, sino simplemente comprensión (intuitiva, experiencial en un sentido no-dual). Como la luz, que deshace las sombras. O como la serpiente de la clásica metáfora oriental, que es una simple cuerda que al ser confundida con una serpiente puede producir miedo, pero al darnos cuenta de que solamente es una inofensiva cuerda, entonces la serpiente desaparece, es "deshecha". Lo temporal (lo ilusorio) cede ante la eternidad intemporal, cuando dejamos de jugar a escondernos de Ella.

 Todos los pensamientos no amorosos tienen que ser deshechos, palabra ésta que el ego ni siquiera puede entender. Para el ego, deshacer significa destruir. (T.5.VI.9.2-3) (Pág. 96)

El ego no será destruido porque forma parte de tu pensamiento, pero como no es creativo, y es, por consiguiente, incapaz de compartir, será reinterpretado de otra manera para así liberarte del miedo. (T.5.VI.9.4) (Pág. 96)

La parte de la mente que le diste al ego regresará simplemente al Reino, donde a toda ella le corresponde estar. Puedes demorar la compleción del Reino, pero no puedes introducir el concepto de miedo en él. (T.5.VI.9.5-6) (Pág. 96)

Así pues, lo irreal no se destruye, sino que simplemente se descubre que no está ahí, nunca fue real. Lo único que existe es Ello (Dios, la Verdad, el Ser). Cuando percibimos distorsionadamente la Verdad, es como si desapareciera de nuestra experiencia y en su lugar parecemos encontrarnos en la ilusoria dualidad. Pero cuando se percibe claramente el reflejo de la Verdad, ese reflejo puro es un trampolín para el reconocimiento de la pura Verdad-sin-reflejo.

La frase central de las citas anteriores puede usarse sustituyendo la palabra "ego" por "mundo" o "dualidad". Por ejemplo:

El mundo (la dualidad, lo ilusorio) no será destruido porque forma parte de tu pensamiento, pero como no es creativo, y es, por consiguiente, incapaz de compartir, será reinterpretado de otra manera para así liberarte del miedo.

Sólo existe el Cielo, el puro Ser. El mundo de los límites y los opuestos es una distorsión, una especie de juego de alucinación, un chiste sin importancia que no cambia lo real ni deja ninguna señal. El proceso de despertar (que en el fondo es ilusorio pues nuestro Ser permanece eternamente Despierto) transcurre desde la percepción distorsionada a la percepción clara (sanada, inocente, pura), y a continuación desde la percepción clara se transciende toda percepción (la percepción es simbólica, un reflejo de la verdad pero no la verdad en sí) y se reconoce el puro conocimiento: el Amor Absoluto, lo ilimitado sin comienzo ni fin.

(...) Y luego todo lo que inventaste pasará al olvido: lo bueno y lo malo, lo falso y lo verdadero. Pues cuando el Cielo y la tierra se vuelvan uno, dejarás de ver incluso el mundo real. El mundo no acabará destruido, sino que se convertirá en el Cielo. Lo que constituye la reinterpretación del mundo es la transformación de toda percepción en conocimiento. (T.11.VIII.1.6-9) (Pág. 234)

La distorsión es corregida y la percepción sanada conduce más allá de la percepción, más allá del "mundo real" o mundo perdonado, hasta el reconocimiento de la Verdad Absoluta (eterna, inmortal, inmutable, ilimitada, sin forma, etc).

Por lo tanto no se trata de una lucha o "guerra" del bien contra el mal, pues sólo existe el Bien Absoluto. De lo que se trata es simplemente de reconocer Lo Que ES. La liberación de la dualidad (del sufrimiento) significa simplemente dejar de tergiversar la Realidad. Sólo existe la inocente y plenamente satisfactoria Realidad.

El Espíritu Santo es el mediador entre las interpretaciones del ego y el conocimiento del espíritu. Su capacidad para utilizar símbolos le permite actuar con las creencias del ego en el propio lenguaje de éste. Su capacidad para mirar más allá de los símbolos hacia la eternidad le permite entender las leyes de Dios, en nombre de las cuales habla. Puede, por consiguiente, llevar a cabo la función de reinterpretar lo que el ego forja, no mediante la destrucción, sino mediante el entendimiento. El entendimiento es luz, y la luz conduce al conocimiento. El Espíritu Santo se encuentra en la luz porque Él está en ti que eres luz, pero tú desconoces esto. La tarea del Espíritu Santo consiste, pues, en reinterpretarte a ti en nombre de Dios. (T.5.III.7) (Pág. 87)

Tú no puedes comprenderte a ti mismo separado de los demás. Ello se debe a que tú, separado del legítimo lugar que ocupas en la Filiación, no significas nada, y el legítimo lugar de la Filiación es Dios. Ésa es tu vida, tu eternidad y tu Ser. Esto es lo que el Espíritu Santo te recuerda. (T.5.III.8.1-4) (Pág. 87)

El Espíritu Santo te ayudará a reinterpretar todo lo que percibes como temible, y te enseñará que sólo lo que es amoroso es cierto. (T.5.IV.1.3) (Pág. 89)

La verdad está más allá de tu capacidad para destruir; aceptarla, en cambio, está enteramente a tu alcance. Te pertenece porque, al ser tú una extensión de Dios, la creaste junto con Él. Es tuya porque forma parte de ti, tal como tú formas parte de Dios porque Él te creó. Nada que sea bueno se puede perder, pues procede del Espíritu Santo, la Voz que habla en favor de la creación. Nada que no sea bueno fue creado jamás, y, por lo tanto, no puede ser protegido. La Expiación garantiza la seguridad del Reino, y la unión de la Filiación lo protege. (T.5.IV.1.4-9) (Pág. 89)

Cada pensamiento amoroso que cualquier parte de la Filiación abriga es patrimonio de todas sus partes. Se puede compartir porque es amoroso. Dios crea compartiendo, y así es como tú creas también. El ego puede mantenerte exiliado del Reino, pero en el Reino en sí el ego no tiene ningún poder. Las ideas del espíritu no abandonan la mente que las piensa, ni tampoco pueden entrar en conflicto entre sí. Las ideas del ego, en cambio, pueden entrar en conflicto porque ocurren en diferentes niveles y también porque incluyen pensamientos que incluso en el mismo nivel están en franca oposición. Es imposible compartir pensamientos que se oponen entre sí. Sólo puedes compartir los pensamientos que proceden de Dios, los cuales Él conserva para ti. El Reino de los Cielos se compone de pensamientos de esa clase. Todos los demás permanecerán contigo hasta que el Espíritu Santo los haya reinterpretado a la luz del Reino, haciendo que sean también dignos de ser compartidos. Cuando se hayan purificado lo suficiente Él te permitirá compartirlos. La decisión de compartirlos es lo que los purifica. (T.5.IV.3) (Págs. 89-90)

La Verdad late siempre Aquí, brillando como nuestro propio Ser, inafectada por nuestras suposiciones, eternamente tranquila, disfrutando de su dulce inmutabilidad. Las distorsiones no importan, pueden ser soltadas, no pueden hacer daño, la cuerda no es una serpiente, la serpiente no muerde, no hace nada y no nos afecta si no nos asustamos de ella y la dejamos a un lado por no tener ningún valor. Se puede decir que la serpiente está en la cuerda (mientras creemos en su apariencia), pero la cuerda no está en la serpiente, pues no hay serpiente. Más allá de esa inexistente serpiente, la Verdad ya ES. La apariencia que por un breve lapso de tiempo nos asustó no era un monstruo temible, sino nuestro propio Ser que percibíamos distorsionadamente. El monstruo resulta ser el Amor ofreciéndonos Su Ser. La rana resulta ser un príncipe. El sufrimiento desaparece y sentimos la dulzura y el bienestar de la Verdad. Lo limitado resulta ser un reflejo distorsionado de lo ilimitado. Al dejar de jugar a distorsionar la Realidad, reconocemos que ya somos Ella eternamente. Cuando el sufrimiento es desenmascarado, no solamente desaparece para siempre, sino que se sabe que nunca fue verdad: nunca estuvo presente. Y una vez que lo hemos soltado dejando de identificarnos con ello (lo limitado, el sufrimiento, lo insatisfactorio) dejamos el sitio libre, receptivos, para permitirnos reconocer la dulce Verdad: el eterno Bienestar, la perfecta Plenitud. Ya Somos Eso

domingo, 6 de julio de 2014

Rumi, UCDM y el amor

Un Curso de Milagros hace numerosos guiños a otras tradiciones o culturas, por ejemplo hay breves alusiones al mito de la caverna de Platón, a Shakespeare, a la Bhagavad Gita, etc, y ahora acabo de ver que también le hace un pequeño guiño al místico y poeta Rumi.

Tu tarea no es buscar el amor, sino buscar y encontrar dentro de ti todas las barreras que has contruido contra él. 

RUMI  

((Nota (octubre 2015): Al parecer, la cita no es de Rumi, sino que fue escrita solamente por Helen Schucman para Un Curso de Milagros, y parece que en internet alguien erróneamente la atribuyó a Rumi, extendiéndose como la pólvora esta falsa cita por internet. La cita ha sido buscada sin éxito en las obras de Rumi, incluso un erudito persa sobre el tema llegó a la conclusión de que ni se encuentra en las obras de Rumi, ni podría estarlo, porque no encaja ni en su estilo, ni en su vocabulario, etc. Por lo tanto, aunque era bonito que coincidieran Rumi y UCDM, finalmente parece ser que esta cita corresponde solamente a UCDM, aunque por internet hay multitud de sitios donde se le atribuye erróneamente a Rumi. Unas referencias sobre el tema (en inglés): 1) https://en.wikiquote.org/wiki/Rumi (ahí se corrigió el dato cuando se descubrió que la cita no es de Rumi, indicando que fue erróneamente atribuida a Rumi pero que en realidad corresponde a Helen Schucman. 2) http://www.healthypages.com/community/threads/is-this-rumi-or-a-course-in-miracles.47135/ (ahí se preguntaban por este tema, en un foro, hasta que se vio que la cita no era de Rumi). No obstante, lo que importa es que la cita es bella e inspiradora, aunque no la escribiera también Rumi))

En el Curso se hace referencia a esa idea así:

Tu tarea no es ir en busca del amor, sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro de ti que has levantado contra él. 

UCDM, T.16.IV.6.1 (Pág. 375) 

Naturalmente que en UCDM la idea va integrada a la metafísica del Curso, en la que lo único que se requiere para despertar del sueño de la dualidad es dejar de dar valor a las ilusiones en nuestro interior (creencias, percepciones limitadoras). El Cielo ya ES, y si percibimos algo que no sea pleno es porque estamos aferrándonos interiormente, mentalmente, a creencias limitadoras. Esas son las barreras que tenemos que buscar y encontrar, para soltarlas y dejarlas en manos de la Gracia, y así volver a ser conscientes de la verdad, del amor, de la plenitud, del Cielo, del Ser.

Cuando me duele una muela: Dios es amor, por lo tanto esta percepción de dolor no puede ser verdad. Se la entrego a la Gracia y me permito relajarme, independientemente de si mi percepción de dolor se desvanece inmediatamente o no.

Cuando me siento molesto por algo: Dios es amor y lo único que me da es pura felicidad. Nunca estoy molesto por la razón que creo. Esta situación no es real, sino una percepción proyectada, basada en mi creencia en que me he separado de la plenitud o de que Dios/Vida no es bueno, o bien en mi creencia de que no soy bueno o no soy digno de lo mejor.

etc.

Así vamos soltando las barreras que hemos armado para escondernos del amor, y al soltarlas permitimos que se desvanezcan y así volver a ser conscientes del amor.

Nuestra realidad es pura Unidad, pura Conciencia ilimitada; y cuando nos olvidamos de Eso y nos limitamos a nosotros mismos y "al mundo" (no hay un mundo separado de nuestro ser), experimentamos la apariencia de la ausencia de plenitud. Sin embargo no hemos cambiado, pues nuestro Ser inmutable sigue siendo pura Libertad ilimitada. Por lo tanto podemos dejar de creer en las limitaciones en cualquier momento; desprendernos de ellas como si fuesen un saco pesado, lleno de piedras sin ningún valor y que no necesitamos para nada. Lo único que necesitamos es lo que nunca nos falta: ser lo que somos. Y siempre somos lo que somos. La Verdad ya ES. Siempre ES. 

Finalmente copio unas frases relacionadas, sacadas de UCDM:

Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural. (T. introd. 1. 6-7) (Página 1)

Tu tarea no es ir en busca del amor, sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro de ti que has levantado contra él. No es necesario que busques lo que es verdad, pero sí es necesario que busques todo lo que es falso. (T.16.IV.6.1-2) (Pág. 375)

Tú no tienes que buscar la realidad. La realidad te buscará y te encontrará cuando satisfagas sus condiciones. (T.8.IX.2.4-10) (Pág. 175)

Y la verdad no es algo que se pueda aprender sino tan sólo reconocer.
(L.138.5.2) (Pág. 282)

La iluminación es simplemente un reconocimiento, no un cambio. (L.188.1.4) (Pág. 382)

La tarea del obrador de milagros es, por lo tanto, negar la negación de la verdad. (T.12.II.1.5) (Pág. 241)

Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. (T.10.IN.1.1) (Pág. 201)

El Espíritu Santo jamás ha dejado de resolver por ti ningún problema que hayas puesto en Sus manos, ni jamás dejará de hacerlo. (T.16.II.9.1) (Pág. 370)

La verdad sólo desea brindarte felicidad, pues ése es su propósito. (L.PI.136.12.4) (Pág. 276)

(...) sólo te relacionas contigo mismo. (T.31.V.15.5) (Pág. 743)

No hay nada a tu alrededor que no forme parte de ti. (T.23.introd.6.1) (Pág. 543)

No puedes dejar de ser lo que eres. (T.31.IV.11.3) (Pág. 739)

Cuando te parezca ver alguna forma distorsionada del error original tratando de atemorizarte, di únicamente: "Dios es Amor y el miedo no forma parte de Él", y desaparecerá. (T.18.I.7.1) (Pág. 415)

Sólo el Espíritu Santo sabe lo que necesitas. Pues Él te proveerá de todas las cosas que no obstaculizan el camino hacia la luz. ¿Qué otra cosa podrías necesitar? Mientras estés en el tiempo, Él te proveerá de todo cuanto necesites, y lo renovará siempre que tengas necesidad de ello. No te privará de nada mientras lo necesites. Mas Él sabe que todo cuanto necesitas es temporal, y que sólo durará hasta que dejes a un lado todas tus necesidades y te des cuenta de que todas ellas han sido satisfechas. El Espíritu Santo no tiene, por lo tanto, ningún interés en las cosas que te proporciona. Lo único que le interesa es asegurarse de que no te valgas de ellas para prolongar tu estadía en el tiempo. Sabe que ahí no estás en casa, y no es Su Voluntad que demores tu jubiloso regreso a tu hogar. (T.13.VII.12)

     Deja, por lo tanto, todas tus necesidades en Sus manos. Él las colmará sin darles ninguna importancia. (T.13.VII.13.1-2)

Dios conoce a Su Hijo y sabe cómo llegar a él. (L.189.9.6) (Pág. 386) 

Saludos