jueves, 15 de diciembre de 2016

Algunos recordatorios del perdón

Una pregunta en el foro Concordia y Plenitud da pie a recopilar algunos de los resúmenes de la dinámica del perdón que ofrece el propio Curso. Voy a copiar en primer lugar la pregunta y mi comentario en el foro, añadiendo a continuación algunas referencias más sobre el perdón.

Pregunta: Kenneth Wapnick dice que tenemos que ser inflexibles en no considerar como causa a nada externo.
 

Si por ejemplo me cabrease con alguien y le gritase o le dijese algo que sé que le puede hacer daño y después me sintiese mal por mi comportamiento, ¿esto también se supone que entra dentro de no considerarlo como causa de mi malestar? ¿O sea que si le hago sentir mal a alguien eso sería la percepción de lo que ya ha ocurrido en mi mente? Digamos que en realidad yo no me siento mal por atacar a esta persona sino que debería mirar más allá y ver que realmente me siento mal por sentirme separado.

Respuesta:

Javier.E escribió: Digamos que en realidad yo no me siento mal por atacar a esta persona sino que debería mirar más allá y ver que realmente me siento mal por sentirme separado.

Exactamente. La causa no está nunca en el mundo, sino en tu mente. El mundo es solo la sombra o proyección de lo que has aceptado como cierto en tu mente (la creencia en la separación de Dios). Si rectificas lo que has elegido creer en tu mente, la proyección de eso sobre el mundo deja de afectarte, lo que te demuestra que en realidad eso no era la causa de tu malestar.

Repasemos algunos recordatorios:

La proyección da lugar a la percepción. El mundo que ves (...) es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. Tal como el hombre piense, así percibirá. No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él. La percepción es un resultado, no una causa. (T.21.introd.1.1-2,5-8) (Pág. 497)

Basta con poner causa y efecto en su verdadera secuencia con respecto a algo para que el aprendizaje se generalice y transforme al mundo. (M.5.II.4.4)

Causa: la decisión de aceptar una creencia en la mente. Efecto: el mundo. "Transforme el mundo": se refiere a que cambia nuestra percepción del mundo; puede que externamente veamos lo mismo, pero ahora sin miedo, pues al haber cambiado de mentalidad estamos en paz.

Y el dúo de lecciones cuyos títulos nos sirven de recordatorio básico del perdón:

L-5: Nunca estoy disgustado por la razón que creo.
L-34: Podría ver paz en lugar de esto.


Y finalmente, copiemos uno de los resúmenes que hace el propio Curso, resumiendo la dinámica del perdón:

Tomar esta decisión no puede ser algo difícil. Esto es obvio, si te percatas de que si no te sientes completamente dichoso es porque tú mismo así lo has decidido. Por lo tanto, el primer paso en el proceso de deshacimiento es reconocer que decidiste equivocadamente a sabiendas, pero que con igual empeño puedes decidir de otra manera. Sé muy firme contigo mismo con respecto a esto, y mantente plenamente consciente de que el proceso de deshacimiento, que no procede de ti, se encuentra no obstante en ti porque Dios lo puso ahí. Tu papel consiste simplemente en hacer que tu pensamiento retorne al punto en que se cometió el error, y en entregárselo allí a la Expiación en paz. Repite para tus adentros lo que sigue a continuación tan sinceramente como puedas, recordando que el Espíritu Santo responderá de lleno a tu más leve invitación:

Debo haber decidido equivocadamente porque no estoy en paz.
Yo mismo tomé esa decisión, por lo tanto, puedo tomar otra.
Quiero tomar otra decisión porque deseo estar en paz.
No me siento culpable porque el Espíritu Santo, si se lo permito, anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada.
Elijo permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios por mí.
(T.5.VII.6) (Pág. 99)

Hasta aquí lo copiado del foro. Como complemento, además de las citas ya mencionadas, en el Curso hay algunos otros recordatorios o resúmenes de la dinámica básica del perdón. Citaré los que tengo localizados:

Cuando alguna cosa te parezca ser una fuente de miedo, cuando una situación te llene de terror y haga que tu cuerpo se estremezca y se vea cubierto con el frío sudor del miedo, recuerda que siempre es por la misma razón: el ego ha percibido la situación como un símbolo de miedo, como un signo de pecado y de muerte. Recuerda entonces que ni el signo ni el símbolo se deben confundir con su fuente, pues deben representar algo distinto de ellos mismos. Su significado no puede residir en ellos mismos, sino que se debe buscar en aquello que representan. Y así, puede que no signifiquen nada o que lo signifiquen todo, dependiendo de la verdad o falsedad de la idea que reflejan. Cuando te enfrentes con tal aparente incertidumbre con respecto al significado de algo, no juzgues la situación. Recuerda la santa Presencia de Aquel que se te dio para que fuese la Fuente del juicio. Pon la situación en Sus manos para que Él la juzgue por ti, y di: 

Te entrego esto para que lo examines y juzgues por mí. 
No dejes que lo vea como un signo de pecado y de muerte, ni que lo use para destruir. 
Enséñame a no hacer de ello un obstáculo para la paz, sino a dejar que Tú lo uses por mí, para facilitar su llegada. (T.19.IV.C.11)

Podemos encontrar otro de los recordatorios del proceso del perdón, esta vez en el Libro de ejercicios, en la lección 23, titulada "Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque", donde en el párrafo 5 se comentan brevemente los 3 pasos del perdón:

El mundo que ves es un mundo vengativo, y todo en él es un símbolo de venganza. Cada una de las percepciones que tienes de la "realidad externa" no es más que una representación gráfica de tus propios pensamientos de ataque. Uno podría muy bien preguntarse si a esto se le puede llamar ver. ¿No es acaso "fantasía" una mejor palabra para referirse a ese proceso, y "alucinación" un término más apropiado para su resultado?

Ves el mundo que has fabricado, pero no te ves a ti mismo como el que fabrica las imágenes. (...) 

La idea de hoy introduce el pensamiento de que no estás atrapado en el mundo que ves porque su causa se puede cambiar. Este cambio requiere, en primer lugar, que se identifique la causa ((paso 1: discernimiento)) y luego que se abandone ((paso 2: desapego)), de modo que pueda ser reemplazada ((paso 3: la gracia; se facilita con la confianza en el Espíritu Santo, dejando en Él los detalles o resultados)). Los primeros dos pasos de este proceso requieren tu cooperación. El paso final, no. Tus imágenes ya han sido reemplazadas. Al dar los dos primeros pasos, comprobarás que esto es cierto. 

(...)

Durante las sesiones de práctica, asegúrate de incluir tanto los pensamientos de ataque contra otros como los de ser atacado. Los efectos de ambos son exactamente lo mismo, puesto que ambos son exactamente lo mismo. (L.23.3; 4.1; 5; 7.1-2) (Págs. 39 y 40)

Como vemos en estas citas, el perdón es básicamente una decisión: algo propio de la mente, en vez de ser algo basado en acciones a nivel de la forma (por eso a veces se dice eso de "no hagas nada", pues no hay necesidad de reaccionar ante los símbolos proyectados si los observamos sin juzgarlos y recordamos que solo son símbolos y que podemos cambiar tranquilamente su causa en nuestra propia mente).

También en el Libro de ejercicios (esta vez en la Segunda parte, en la Pregunta 1: ¿Qué es el perdón?) encontramos estos destellos finales sobre el perdón:

El perdón reconoce que lo que pensaste que tu hermano te había hecho en realidad nunca ocurrió. El perdón no perdona pecados, otorgándoles así realidad. Simplemente ve que no hubo pecado. Y desde este punto de vista todos tus pecados quedan perdonados. ¿Qué es el pecado sino una idea falsa acerca del Hijo de Dios? El perdón ve simplemente la falsedad de dicha idea y, por lo tanto, la descarta. Lo que entonces queda libre para ocupar su lugar es la Voluntad de Dios. 

(...) 

El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace nada. No ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiversarla para que adquiera apariencias que a él le gusten. Simplemente observa, espera y no juzga. (...)

No hagas nada, pues, y deja que el perdón te muestre lo que debes hacer a través de Aquel que es tu Guía, tu Salvador y Protector, Quien, lleno de esperanza, está seguro de que finalmente triunfarás. Él ya te ha perdonado, pues ésa es la función que Dios le encomendó. Ahora tú debes compartir Su función y perdonar a aquel que Él ha salvado, cuya inocencia Él ve y a quien honra como el Hijo de Dios. (L.PII.Preg1.1; 4.1-3; 5) (Pág. 434)

Fin de las citas. En definitiva, que el problema nunca está en el mundo (que es una simple proyección mental), sino en la decisión que hemos aceptado en la mente de tomarnos en serio la creencia de la separación. La mente es muy poderosa en este sentido, pues reaccionamos no ante el mundo realmente, sino ante nuestras interpretaciones, pero sin darnos cuenta del truco (creemos que es el mundo lo que nos molesta, sin darnos cuenta de que lo que realmente nos perturba son simplemente nuestras interpretaciones mentales de lo que percibimos).

Hay un relato oriental que ilustra esto hasta cierto punto. Copio de un email donde lo describí así:

La mente es muy poderosa, y si dejamos que las interpretaciones mentales nos influyan, nos sentimos mal o como sea. Hay un relato de la tradición zen que ilustra esto. En un pequeño pueblo del lejano oriente, donde vivían familias muy pobres, dos familias vieron partir cada una al mayor de sus hijos, ambos en busca de mejor suerte en el extranjero. Al cabo del tiempo, llegaron noticias sobre lo que el destino había deparado a ambos muchachos. Uno de ellos se había hecho rico y ya iba camino de regreso al pueblo, en busca de sus familiares para compartir su riqueza con ellos. El otro muchacho había fallecido en una trifulca, y había muerto tan pobre como era al partir de su pueblo. Pero he aquí que la persona que informó a ambas familias se había confundido de nombres, y a la familia del muchacho vivo y rico les había contado que su hijo era el que había fallecido lleno de pobreza. Y a la familia del muchacho fallecido, les contó que su hijo se había hecho rico y pronto regresaría al pueblo con ellos, cargado de riquezas. 

Así, en la familia del chico muerto estaban felices, no cabían en sí de gozo, pues pensaban que eran ricos y pronto verían a su muchacho. Y la familia del chico rico (que ya estaba en camino, con sus riquezas) lloraban desconsolados, pensando que su muchacho había muerto. 

Esto ilustra que unos estaban alegres no por causas externas, sino por sus propias interpretaciones mentales: su hijo había fallecido, pero ellos estaban repletos de felicidad porque pensaban (interpretación mental) que todo iba genial. 

Lo mismo con la otra familia: estaban deprimidos y llorando no por causas externas realmente (a fin de cuentas su hijo era rico y ya estaba en camino hacia el pueblo), sino porque ellos creían erróneamente que había muerto (lloraban, entonces, por sus propias interpretaciones mentales).

Eso mismo nos pasa a todos. No paramos de hacer interpretaciones, y pensamos que nuestras alegrías y tristezas se deben a causas externas. En realidad, mentalmente elegimos cómo reaccionar. Podemos elegir que las ilusiones no nos afecten. 

A veces nos sentimos preocupados, deprimidos, porque pensamos que hay motivos para ello, pero simplemente desconocemos que somos ricos en la Realidad de nuestro estado natural.

Fin del relato/comentario copiado.

Esta dinámica de reconocer que el mundo no es la causa de nuestras sensaciones es aplicable no solamente a las sensaciones desagradables, sino también a las agradables. El mundo no solo no es la causa de nuestros pesares, sino que tampoco es la causa de nuestras alegrías ni de nuestros placeres, a pesar de las apariencias. Pues es siempre en nuestra propia mente donde elegimos cómo sentirnos, y luego proyectamos eso sobre el mundo, autoengañándonos al creer que el mundo es causa en vez de ser simplemente un efecto o reflejo (el cual sigue estando en la mente y sigue siendo mente). Por esto el Curso nos dice cosas como:

Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. (T.10.introd.1.1) (Pág. 201)

Esto significa también que es imposible que seamos víctimas. No somos cuerpos limitados, viviendo en un mundo externo. Somos mente ilimitada, la cual es libre de elegir qué creer y por consiguiente cómo sentirse. Esta capacidad de creer en la verdad o en ilusiones, que fue lo que aparentemente nos metió en problemas, es también el camino de salida del sueño: tomando conciencia de esto, ahora podemos elegir despertar, en vez de dormir. Vivir, en vez de jugar a morir. Gozar, en vez de sufrir.

La iluminación o despertar (y por consiguiente, el perdón) es para la mente, no para el cuerpo ni para el espíritu. El cuerpo es solo un reflejo de la mente. Y el espíritu, lo que realmente somos, nunca se ha quedado dormido. La paradoja imposible se encuentra únicamente en la mente, por eso ahí radica el perdón. Pero la mente no puede cambiar lo que es (espíritu). Puede —aparentemente— reprimirlo, negarlo, fingir que no recuerda su Ser. Pero la verdad sonríe y espera a que nos cansemos de jugar al juego de agarrar dolorosas espinas. La mente puede negar lo que ella es, pero no puede cambiarse a sí misma, pues Dios estableció el Ser como inmutable. Así pues, la única salida al imposible dilema será volver a aceptar lo que aparentemente había sido negado. Una vez reconocida la verdad, las ilusiones se desvanecen en una sonrisa, pues el espíritu sabe que las ilusiones nunca han existido.

Para aquellos interesados en profundizar en el proceso del perdón, veamos algunas ayudas:

1) Por supuesto, profundizar en el Curso en sí, pues todo él es una profundización del proceso del perdón, abordándolo desde numerosas perspectivas (especialismo, negación, proyección, resistencia, tendencia al conflicto, etc).

2) Los libros de Gary Renard, especialmente el primero: "La desaparición del universo".

3) "El mensaje de Un Curso de Milagros", de Kenneth Wapnick.

4) Y quien quiera comenzar con un pequeño aperitivo para principiantes, el resumen que escribí en otro de mis blogs, titulado "Síntesis del perdón", puede aportar una primera lectura para comenzar a relacionarse uno con este proceso: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2010/06/sintesis-del-perdon-sobre-el-perdon.html  (( Actualizo para incluir otro link potencialmente inspirador sobre este tema: Otro resumen y aclaraciones del proceso del perdón: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2017/03/otro-resumen-y-aclaraciones-del-proceso.html ))

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Breve resumen de la enseñanza
(de la introducción del propio Curso)
Nada real puede ser amenazado.
Nada irreal existe.
En esto radica la paz de Dios.
(T.introd.2.2-4)

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viernes, 9 de diciembre de 2016

La incomparable alegría del Cielo (nuestro estado natural)

Lo siguiente es un comentario que he hecho en este foro: http://www.uncursodemilagros.com.es/phpBB2/viewtopic.php?t=711 (en el comentario que voy a copiar se tocan brevemente un par de temas):

Delfín escribió:

P.D./ He abierto un nuevo hilo sobre este mismo tema :-D


Perfecto. De momento a mí no se me ocurren más cosas sobre este tema, es como si con los comentarios anteriores hubiera expresado prácticamente todas las reflexiones o intuiciones que se me han ocurrido con respecto a este tema. Puedo tener mis aciertos y mis errores en mis intuiciones, pero igualmente se comparte, por si alguno de los aciertos le sirve a alguien más jejeje

Sobre la metáfora que mencionas del teatro/cine y estar en la butaca como espectador, eso me recuerda a una sección del Curso que se refiere a lo mismo pero con otras palabras: "Por encima del campo de batalla" (T.23.IV). Estar por encima del campo de batalla es no identificarnos con el personaje de la escena, sino con el espectador sentado en la butaca y que está a salvo de las ocurrencias ilusorias del guión de la obra teatral (en lenguaje del Curso, no identificarnos con los cuerpos o personajes soñados —el personaje o "héroe" del sueño—, sino en vez de eso identificarnos con la mente o soñador, o en el lenguaje de Kenneth Wapnick, el "tomador de decisiones"; pues el Curso se centra en invertir eso a lo que le dimos la vuelta: causa y efecto; y entonces devolvemos de nuevo la causa a la mente, reconociendo que los cuerpos son solo un reflejo o efecto, al contrario de lo que el ego nos dice: para el ego, los cuerpos o formas son la causa de nuestras experiencias en el mundo).

Finalmente, sobre el tema que comentas al final: 



Delfín escribió:
Te confieso que a veces, este sueño me hace experimentar tanta felicidad, que cuando pienso que la obra termine y atravesemos las puertas del cielo y adquiramos conocimiento, me da algo así como vértigo. Pues no puedo ni imaginarme como será la sorpresa cuando nuestro Padre nos reciba en su seno. Asumo que la fiesta de bienvenida que nos tiene preparada será de tal magnitud, que sobradamente compensará la pérdida de la felicidad que ahora siento en el "sueño feliz".


El Curso alude a eso en algunas ocasiones. No sabría localizar todas esas citas, pero sí he encontrado una que tal vez sea de las más directas:

¡Oh hermanos míos, si tan sólo supierais cuánta paz os envolverá y os mantendrá a salvo, puros y amados en la Mente de Dios, no haríais más que apresuraros a encontraros con Él en Su altar! (C.4.8.1)

Y esta cita me recuerda a su vez otra que leí de Gary Renard, en la que se dice:

Es una existencia gloriosa, Gary. No existen la carencia, los problemas, la muerte ni la soledad. Hay plenitud y totalidad. Es completo. ¡Y el amor es casi excesivo! Tu copa rebosa. Si supieras la alegría que te espera, ahora mismo te pondrías a dar saltos arriba y abajo. (Cita copiada de "El Amor no ha olvidado a nadie", cerca del final del capítulo 9).

Ah, y ahora esta cita me recuerda otra más del Curso:

No obstante, nada que él pueda hacer puede compararse en lo más mínimo con la gloriosa sorpresa de recordar Quién es. (M.25.1.5)

En fin, como se dice en términos coloquiales en otro de los libros de Gary (en "La desaparición del universo"):

En el Cielo no hay obstáculos y es jubiloso; mientras que en la Tierra, lo que se denomina vida es poco más que una constante carrera de obstáculos.

Una de las cosas que me gusta de Gary es que es tan gráfico para expresar estas cosas coloquialmente. En otra parte de "La desaparición del universo", cerca del principio del libro se compara nuestro estado natural con una especia de orgasmo constante, aunque muchísimo más intenso, ya que es ilimitado:

La siguiente cita es un fragmento del comienzo del capítulo 1 de “La Desaparición del Universo”, de Gary Renard:

PURSAH: En el Cielo no hay diferencias ni cambios. Todo es constante. Sólo así puede ser fiable en lugar de caótico.

GARY: ¿Y eso no resulta un tanto aburrido?

PURSAH: Deja que te pregunte algo, Gary. ¿Es aburrido el sexo?

GARY: No en mi opinión.

PURSAH: Bien, imagina el clímax del perfecto orgasmo sexual, sólo que ese orgasmo no se detiene nunca. Sigue adelante eternamente, sin reducir su poderosa e inmaculada intensidad.

GARY: Tienes mi atención.

PURSAH: El acto sexual físico ni siquiera se acerca a la increíble dicha del Cielo. Sólo es una pobre imitación de la unión con Dios. Es un falso ídolo, hecho para fijar tu atención en el cuerpo y en el mundo, que ofrece una compensación suficiente para que sigas volviendo a por más. Es muy similar a un narcótico. El Cielo, por otra parte, es un éxtasis perfecto e indescriptible que nunca cesa.

Pero todas estas citas son simplemente palabras (son metáforas; más o menos acertadas, pero metáforas). La práctica del perdón es lo que nos ayuda a que eso, que realmente es indescriptible en palabras, se convierta en nuestra experiencia permanente. Es lo que ya somos, pero al haberlo reprimido creemos que eso ya no es nuestra experiencia. El perdón nos ayuda a poner las cosas en su sitio, pues la verdad sigue siendo verdad.

¡Saludos! 


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PD: Más comentarios relacionados con los temas de estos dos últimos posts, podrían surgir también en este otro hilo de ese mismo foro: http://www.uncursodemilagros.com.es/phpBB2/viewtopic.php?t=713

jueves, 8 de diciembre de 2016

La famosa pregunta (Pseudo-preguntas II)

Ya escribí en 2013 sobre las "pseudo-preguntas", que vienen en forma de pregunta pero que en realidad son una afirmación camuflada. El ego disfraza sus afirmaciones como preguntas, tratando de darles realidad, tratando de que se las confirme.

Por otro lado, tenemos la "famosa pregunta" (por ejemplo: ¿cómo surgió el ego"?), la cual, en su diversidad de variantes, es según Kenneth Wapnick la pregunta más frecuente en los estudiantes del Curso, al menos la que más preguntaban en sus seminarios.

Aquí voy a copiar algunas intervenciones surgidas en el foro Un Curso de Milagros. Como las intervenciones se han alargado y además en este blog comparto mi propias intuiciones y no las de otros, solamente copio la pregunta inicial de un usuario, y a continuación los diversos comentarios que hasta el momento he realizado en ese hilo de ese foro. Si queréis leer las intervenciones completas de todos los participantes, podéis hacerlo en el hilo original, aquí:

http://www.uncursodemilagros.com.es/phpBB2/viewtopic.php?t=711

Y a quien eso le sepa a poco, antes de esa conversación hubo otra en otro hilo de ese mismo foro, con un tema relacionado, aquí: http://www.uncursodemilagros.com.es/phpBB2/viewtopic.php?t=707

Dicho esto, copio la pregunta inicial y mis ocurrencias al respecto:

Pregunta: ¿Se concibe la decisión de separarse como un error, como una torpeza de la que lo normal es arrepentirse? O, por el contrario ¿Se concibe la separación como una experiencia tan necesaria como inevitable, como conditio sine qua non para elevar nuestro nivel de conciencia y acceder al conocimiento?

Comentario de Toni: En este tema mis intuiciones me llevan a centrarme en el significado de esta frase de Curso:

Tener plena conciencia de la Expiación es, por lo tanto, reconocer que la separación nunca tuvo lugar. (T.6.II.10.7)

Leer el párrafo completo no estaría nada mal. En definitiva, yo diría que la verdad absoluta es que la separación nunca ha ocurrido (Dios es -L.169.5.1- [y no hay nada más... en realidad no hay ilusiones, a pesar de que nos empeñamos en creer y "demostrar" lo contrario]), pero usamos la metáfora de hablar del error de la separación, debido a que en nuestra experiencia parece haber sucedido, sin embargo no deja de ser una creencia, nunca un hecho.

Esto se parece a cuando los maestros orientales comentaban que cuando uno despierta del sueño de la dualidad, se da cuenta de que nunca hubo sueño dual: el Ser nunca estuvo dormido. Se compara el despertar/iluminación a pasar una puerta (la de la iluminación) y una vez la hemos traspasado, se sabe que nunca hubo puerta. O se compara con una barca que usamos para cruzar hasta la orilla del "río del despertar", o con una escalera que nos conduce arriba al estado despierto, pero una vez hemos culminado esos procesos metafóricos, la realidad absoluta es que nunca hubo un río con dos orillas separadas, ni barca, ni escalera: porque Dios es, y nada más es.

Y no solo dicen cosas así los maestros orientales. En el Curso encontramos también insinuaciones relacionadas con estas ideas, por ejemplo cuando habla de la iluminación (despertar) no como un hecho real novedoso, sino simplemente como el reconocimiento de lo que siempre es, aunque de momento no lo veamos porque nos negamos a verlo (debido a nuestra resistencia, en gran medida inconsciente). Y por eso el Curso dice cosas como:

La iluminación es simplemente un reconocimiento, no un cambio. (L.188.1.4)

Saludos


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Comentario de Toni: Sigo teniendo la impresión (es simplemente mi percepción de nuestra conversación, puedo estar equivocado) de que no has interpretado correctamente mi comentario. Pareciera que sigues insistiendo en que el error realmente sucedió (simplemente le cambias el nombre llamándolo "irreal", pero sigues convencido de sus efectos sobre ti, es decir, sigues creyendo en su realidad aunque en palabras podrías decir lo contrario). Es también mi caso, no creas que me libro jajaja, pues mientras me perciba como un cuerpo, eso me indica que sigo creyendo en la realidad del error. Pero intelectualmente, incluso intuitivamente, lo que entiendo es que en realidad no hubo error.

Es decir, mi comentario decía que nunca hubo (en términos absolutos) error, mientras que el tuyo parece decir que sí lo hubo pero que es irreal. Lo que yo afirmo no tiene sentido para el ego, y por eso el Curso dice que no hay una respuesta (en palabras, intelectualmente) para ese dilema del ego, sólo una experiencia (por ejemplo la experiencia de la revelación, o mejor aún, la iluminación definitiva).

En mi opinión, el Curso habla (como dice Ken Wapnick) en dos niveles, uno a nivel de la realidad (la verdad absoluta) y otro a nivel del sueño. A nivel de la verdad absoluta (lo que es verdad realmente), nunca hubo error: Dios no duerme y nunca crea mentes dormidas, pues Él crea a Semejanza de Sí Mismo.

Dios sólo crea mentes despiertas. Él no duerme, y Sus creaciones no pueden poseer algo que Él no les confiera, ni dar lugar a condiciones que Él no comparte con ellas. (L.167.8.1-2)

¿Entonces por qué el Curso habla tanto del error? Pues porque habla en dos niveles (para sernos útil), y puesto que nosotros creemos estar experimentando lo que es imposible, el Curso nos habla del sueño, y habla de error simplemente como una manera de ayudarnos, como un primer paso, a no ver lo "sucedido" (lo que nosotros creemos que ha sucedido, el error) como un pecado (como algo grave, digno de temer, con efectos sobre nuestra vida), sino como un simple error que podemos deshacer al dejar de creer en él (eligiendo de otra manera).

Pero al final del proceso, cuando despertemos completamente, será obvio que ni siquiera hubo error.

Así al menos es como entiendo este asunto, a nivel intelectual e intuitivo. Naturalmente, hay otras opiniones, y somos libres de ir aprendiendo el Curso cada uno a nuestro propio ritmo; yo sigo el mío, todos siguen cada uno sus intuiciones, y el Espíritu Santo nos va ayudando poco a poco a que todos lleguemos a despertar del todo. Incluso si estamos equivocados (que en parte lo estamos todos, o ya estaríamos iluminados).

Te copio algo que escribí en otro foro relacionado con este mismo tema, es solo un trozo, y si lo que lees te interesa y quieres leer el resto de explicaciones (especialmente una serie de links de comentarios de Ken Wapnick sobre el tema), podrás hacerlo en el link que dejaré al final, del foro CONCORDIA Y PLENITUD, que no es exclusivamente sobre Un Curso de Milagros pero es ahí donde respondí a varias preguntas sobre temas relacionados con este.

Copiando un fragmento:

Dios ES. Nada más es. El Curso lo dice a veces de manera bastante directa, por ejemplo:

Tener plena conciencia de la Expiación es, por lo tanto, reconocer que la separación nunca tuvo lugar. (T.6.II.10.7)

La dualidad no existe. Pero dado que insistimos en que esto no es nuestra experiencia, el Curso tiene que descender un poco hasta llegarnos en un nivel que tenga sentido para nosotros, y entonces nos propone que nos hemos quedado dormidos y que podemos despertar. Esto no es verdad (Dios nunca duerme, y solamente existe Dios), pero para nosotros es útil como herramienta para despertar. Cuando despertemos, sin embargo, sabremos que en realidad nunca estuvimos dormidos. El Hijo de Dios nunca tuvo la diminuta y alocada idea. Ni siquiera hay un Hijo separado del Padre. Sólo existe Dios, en perfecta plenitud y gozoso bienestar eterno.

De todos modos la pregunta que haces es muy normal, Kenneth Wapnick decía que es la pregunta que hacen más frecuentemente los estudiantes del Curso. Un Curso de Milagros comenta:

Si alguien te pide que definas al ego y expliques cómo se originó, es porque cree que el ego es real e intenta, por definición, asegurarse de que su naturaleza ilusiva quede oculta tras las palabras que parecen otorgarle realidad.

Ninguna definición que se haya hecho de una mentira puede hacer que ésta sea verdad.
(C.2.2.5; 3.1).

El ego exigirá muchas respuestas que este curso no provee. El curso no reconoce como preguntas aquellas que sólo tienen la apariencia de preguntas, pero que son imposibles de contestar. El ego puede preguntar: "¿Cómo sucedió lo imposible?", "¿A qué le ocurrió lo imposible?", y lo puede preguntar de muchas maneras. Mas no hay una respuesta para ello; sólo una experiencia. Busca sólo ésta y no permitas que la teología te retrase. (C.introd.4).

Lo cual responde a tu pregunta final:

Antonio.F escribió:
¿Existe una respuesta?



Mas no hay una respuesta para ello; sólo una experiencia. Busca sólo ésta y no permitas que la teología te retrase. (C.introd.4).

"Buscar esta experiencia", en términos del Curso significa perdonar, porque el perdón es el medio que nos conduce hasta la experiencia de la verdad.

Fin de lo copiado.

Link donde está el resto: http://concordiayplenitud.foroactivo.com/t69-existe-una-respuesta

Que conste que pongo esto simplemente por si te resuena algo de lo dicho, por si alguna cosa te fuese útil. Si no es así, siéntete libre de rechazarlo todo jejeje. Simplemente cada uno seguimos nuestras intuiciones, pues mientras aún percibimos, estamos aún interpretando, y frecuentemente nos confundimos, pero poco a poco el Espíritu Santo nos va llevando a Casa a todos.


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Comentario de Toni: Solo por aclarar un poco más brevemente:

Podemos abordar el tema desde la verdad absoluta, o desde el nivel práctico en que creemos encontrarnos (soñando).

A nivel de la verdad absoluta no hay concesiones: el mundo dual no existe en modo alguno, ni siquiera como un sueño. No está sucediendo, ni ha sucedido, ni tiene sentido, ni como "realidad" ni como "ilusión".

Pero como eso es imposible de tragar por el ego, con quien todavía nos identificamos, las enseñanzas espirituales han de hablarnos en un segundo nivel:

A nivel práctico de nuestra experiencia en el mundo dual, lo más sensato y que nos conducirá a despertar es considerar esta dualidad como un sueño. Lo cual es una metáfora (no es verdad realmente), pero como decía Ramana Maharshi, un clavo saca otro clavo, y una vez estemos liberados (despiertos) ambos clavos serán desechados.

Así que todo depende de en cuál de estos niveles tratas de abordar tu pregunta. 1) Si es a nivel de la verdad absoluta, la pregunta ni siquiera tiene sentido, pues se pregunta por qué parece existir (aunque sea ilusoriamente) algo que en realidad no existe en modo alguno. 2) Si preguntas a nivel práctico, todo lo que se da a este nivel son metáforas, por tanto no es la verdad. Simplemente usa la metáfora que sientas que más te ayuda a despertar. Un clavo saca otro clavo. Unas metáforas serán más útiles para despertar que otras, pero ninguna de ellas es verdad. La única verdad es Dios, en Su Verdad Absoluta, lo cual será lo único que reconoceremos cuando despertemos (entonces no habrá pregunta, ni la habrá habido, sobre qué sentido podría tener lo que nunca ha existido).

Lo anterior resume el tema tal como yo lo veo, y así lo comparto. Gracias por el intercambio, y un saludo ;-)


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Comentario de Toni: Otra metáfora (que trata de facilitarnos un despertar más "rápido", si bien en última instancia la noción de despertar es también ilusoria) sería la que se deduce de estas líneas del Curso:

El ego puede aceptar la idea de que es necesario retornar porque puede, con gran facilidad, hacer que ello parezca difícil. (T.6.II.11.1)

Sin embargo, el Espíritu Santo te dice que incluso el retorno es innecesario porque lo que nunca ocurrió no puede ser difícil. (T.6.II.11.2)

Mas tú puedes hacer que la idea de retornar sea a la vez necesaria y difícil. (T.6.II.11.3)

Es decir, al identificarnos con el ego nos convencemos de que estamos realmente "aquí" (de que la dualidad es real, o al menos una proyección ilusoria que realmente estamos experimentando o soñando). El Espíritu Santo sabe que lo único cierto es que Dios ES, pero puesto que nosotros estamos obsesionados con que estamos aquí, eso no es de momento tan útil para nosotros, pues no estamos tan receptivos a la verdad. Así que el Espíritu Santo nos da un mensaje que resulte útil para nosotros, es un mensaje metafórico (un "clavo" ilusorio útil, para extraer con él el clavo del ego), y entonces nos dice que eso que el ego dice que hicimos y que es tan terrible (el PECADO de separarnos de Dios), no es un pecado (no es irreversible) sino que se trata de un simple error (una fantasía que podemos corregir en un simple instante). Así nace el proceso del perdón, igualmente ilusorio pero que en vez de reforzar el sueño, conduce a despertar (y en sí mismo es también una ilusión, pues en realidad no hay sueño). Pero nosotros, identificados con el ego, tendemos a convertir esa simple decisión (de reconocer que esto no es verdad y que no estamos aquí) en un largo proceso, porque nos resistimos a despertar, nos resistimos a desprendernos de la individualidad/separación. Y así convertimos en difícil un proceso de regresar a Dios, cuando en realidad ese proceso ni siquiera es necesario pues nunca hemos salido de Dios.

Repasando las citas anteriores, ahora juntas puesto que pertenecen a un mismo párrafo:

El ego puede aceptar la idea de que es necesario retornar porque puede, con gran facilidad, hacer que ello parezca difícil. Sin embargo, el Espíritu Santo te dice que incluso el retorno es innecesario porque lo que nunca ocurrió no puede ser difícil. Mas tú puedes hacer que la idea de retornar sea a la vez necesaria y difícil. Con todo, está muy claro que los que son perfectos no tienen necesidad de nada, y tú no puedes experimentar la perfección como algo difícil de alcanzar, puesto que eso es lo que eres. Así es como tienes que percibir las creaciones de Dios, de modo que todas tus percepciones estén en línea con la única manera de ver del Espíritu Santo. (T.6.II.11.1-5)

Y como dije al principio, esto sigue siendo una metáfora (no es literalmente cierto). Las diversas enseñanzas espirituales nos ofrecen diversas metáforas y podemos encontrar algunas que nos resuenen y nos sirvan de ayuda para agilizar nuestro despertar. Aún así, siguen siendo metáforas. No son literalmente ciertas. Agilizar el despertar no puede ser un proceso totalmente real, puesto que el dormir nunca ha ocurrido, por lo que el despertar nunca puede ser algo realmente necesario. Ilusoriamente, para nosotros en la práctica, sí lo es. Y en eso estamos jejeje... Pero una cosa es la verdad, y otras los truquitos o metáforas que usamos mientras aún estemos jugando a negar la verdad. El ego trata de convencernos de que concedamos algún grado de realidad al sueño. El Espíritu Santo nos guía a ser sensatos en el sueño, pero al mismo tiempo ayudándonos a reconocer que nada en él es verdad. Cuando despertemos, efectivamente, tal como dices en tu comentario, "sabremos" ("el día que recuperemos el conocimiento"). Todo estará claro. La Verdad ES. Ilusiones: ni una (ni las hubo en un inexistente pasado). Pero eso no es nuestro cometido ahora (mientras creemos que seguimos soñando). Nuestra única responsabilidad ahora es aceptar la Expiación: aprender a darle la bienvenida a la verdad. La verdad sabe cuidar de Sí Misma. Ocupémonos de nosotros. Y cuando hayamos aceptado el despertar, estará claro que nunca hemos salido de la Verdad.


☼☼☼

Comentario de Toni: Un pequeño apunte más. Se me ha ocurrido que podría malinterpretarse lo que he dicho, entendiendo que realmente hay dos niveles (uno real, otro ilusorio). Pero de lo que he dicho, se deduce que en realidad no hay dos niveles (lo de los niveles es también una metáfora pedagógica, oportuna debido a lo que creemos estar experimentando). Desde lo que es absolutamente Verdad, solo existe la Verdad Misma (no hay niveles). La Verdad es conocimiento, y el conocimiento no tiene niveles, pues en él no hay diferencias (podríamos hablar de "Niveles" en mayúscula, como hace el Curso en una ocasión [«Sólo los Niveles de la Trinidad gozan de Unidad». (T.3.IV.1.7)], pero sigue siendo una metáfora y en ese caso no implica aceptar ningún nivel de ilusoriedad).

Lo de los niveles que dije, es referido desde el punto de vista de lo que llamo a veces "segundo nivel" o percepción. Es en este nivel práctico (y todavía dual, es decir, ilusorio) en el que tiene sentido la metáfora de los niveles. Y puesto que nuestra experiencia es una de percepción, es lo que tiene más sentido (y de momento más utilidad) para nosotros.

Así que, desde el "nivel" de la percepción, sí parece haber niveles, y básicamente dos maneras de mirar las cosas (desde el sistema de pensamiento de mentalidad errada del ego, o desde el sistema de pensamiento de mentalidad recta o perdón del Espíritu Santo).

Pero cuando despertemos, ya no habrá niveles que valgan. Nunca los hubo. Mientras tanto, sin embargo, es muy oportuno tomar en consideración la metáfora de los niveles o cualquier metáfora suministrada por el Espíritu Santo. No son la verdad literal, pero son los "clavos" útiles que nos permitirán extraer los "clavos" dolorosos del sistema de pensamiento del ego.

Así que, aunque la metáfora de los niveles puede sernos muy útil, es interesante saber que aún así, el conocimiento puro está más allá de estas metáforas perceptuales. El conocimiento puro está más allá incluso de la percepción verdadera, la cual nos ofrece el Espíritu Santo y no es eterna porque no es verdad absoluta, pero no se opone al conocimiento, por lo que permitirá la transferencia a él. El conocimiento (la verdad absoluta) sí es eterno, de hecho es lo único que siempre ha habido y que siempre habrá. Hay unos comentarios muy oportunos sobre esto en la Clarificación de términos (C.4): La percepción verdadera — El conocimiento.

De ahí extraigo solamente un párrafo (por no copiar esa sección entera), como despedida de este comentario:

Y ahora el conocimiento de Dios, inmutable, absoluto, puro y completamente comprensible, entra en su reino. Ya no hay percepción, ni falsa ni verdadera. Ya no hay perdón, pues su tarea ha finalizado. Ya no hay cuerpos, pues han desaparecido ante la deslumbrante luz del altar del Hijo de Dios. Dios sabe que ese altar es el Suyo, así como el de Su Hijo. Y ahí se unen, pues ahí el resplandor de la faz de Cristo ha hecho desaparecer el último instante del tiempo, y ahora la última percepción del mundo no tiene propósito ni causa. Pues ahí donde el recuerdo de Dios ha llegado finalmente, no hay jornada, ni creencia en el pecado, ni paredes, ni cuerpos. Y la sombría atracción de la culpabilidad y de la muerte se extingue para siempre. (C.4.7)


☼☼☼

Comentario de Toni: He recordado que en 2013 escribí en mi blog sobre las pseudo-preguntas: preguntas que tienen la apariencia de pregunta pero que en realidad están estableciendo una afirmación.

Esto lo comento no solo por si te interesa a ti este matiz, Delfín, sino por si le parece una idea útil a quienes pasen por aquí a leer nuestras conversaciones algún día.

Todos hemos hecho pseudo-preguntas y las seguimos haciendo. En cierto modo, nuestra actitud constante (en este aparente mundo perceptual) es una continua pseudopregunta tratando de afirmar o hacer real este mundo. Esta pseudopregunta podría expresarse en una gran variedad de formas, por ejemplo, "¿Por qué estoy aquí?". O incluso si aceptamos este mundo como un sueño, entonces la pseudopregunta se adapta a esta nueva idea, pues nuestro ego es muy astuto, y ahora pregunta: "¿Por qué PAREZCO estar aquí?; "¿Por qué estoy soñando esto?"; ¿Qué sentido o propósito tiene este sueño?".

El ego siempre va a tratar de darle sentido a su invento, a la percepción dualista. Y va a tratar de convencernos de que intentemos comprender su sistema de pensamiento (su "mundo"), a pesar de que el Curso nos dice que el sistema del ego no puede ser comprendido, sino que simplemente hay que contemplarlo sin miedo y transcenderlo. Lo que el Curso sí nos invita es a "contemplar" el sistema de pensamiento del ego, es decir, a que veamos sin miedo su propósito, cuál es el fin para el que se ha inventado (negar la verdad). Un ejemplo de este tema en el Texto, al principio de la sección sobre las "Leyes del caos":

Puedes llevar las "leyes" del caos ante la luz, pero nunca las podrás entender. Las leyes caóticas no tienen ningún significado y, por lo tanto, se encuentran fuera de la esfera de la razón. No obstante, aparentan ser un obstáculo para la razón y para la verdad. Contemplémoslas, pues, detenidamente, para que podamos ver más allá de ellas y entender lo que son, y no lo que quieren probar. Es esencial que se entienda cuál es su propósito porque su fin es crear caos y atacar la verdad. Éstas son las leyes que rigen el mundo que tú fabricaste. Sin embargo, no gobiernan nada ni necesitan violarse: necesitan simplemente contemplarse y transcenderse. (T.23.II.1)

Dicho esto, y sin ánimo de pretender "fusilar" mi antiguo post aquí, copio un par de citas que ya incluí en el post que he citado:

La primera es del Texto:

Una pseudo-pregunta carece de respuesta, pues dicta la respuesta al mismo tiempo que hace la pregunta. Toda pregunta que se hace en el mundo es, por lo tanto, una forma de propaganda a favor de éste. De la misma manera en que los testigos del cuerpo son sus propios sentidos, así también las respuestas a las preguntas que el mundo hace están implícitas en las preguntas. Cuando la respuesta es lo mismo que la pregunta, no aporta nada nuevo ni se aprende nada de ella. Una pregunta honesta es un medio de aprendizaje que pregunta algo que tú no sabes. No establece los parámetros a los que se debe ajustar la respuesta, sino que simplemente pregunta cuál es la respuesta. Mas nadie que se encuentre en un estado conflictivo es libre para hacer esta clase de pregunta, pues no desea una respuesta honesta que ponga fin a su conflicto. (T.27.IV.5) (Págs. 647 y 648)

Y en la introducción de la Clarificación de términos también se toca este tema:

El ego exigirá muchas respuestas que este curso no provee. El curso no reconoce como preguntas aquellas que sólo tienen la apariencia de preguntas, pero que son imposibles de contestar. El ego puede preguntar: "¿Cómo sucedió lo imposible?", "¿A qué le ocurrió lo imposible?", y lo puede preguntar de muchas maneras. Mas no hay una respuesta para ello; sólo una experiencia. Busca sólo ésta y no permitas que la teología te retrase. (C.introd.4) (Págs. 83 y 84)

Si hay alguien interesado en leer el post completo, el cual contiene algunas citas más del Texto sobre lo mismo, se encuentra aquí:

http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2013/03/pseudo-preguntas-preguntas-aparentes.html

Esto nos pasa a todos (los no iluminados). Es normal, ya que nuestra mente sigue dividida (aunque sepamos intelectualmente que todo esto es ilusorio, incluida la creencia en una mente dividida) y puede surgir la tendencia a querer que se nos responda en nuestros propios términos.

El sentido de compartir esto es simplemente recordar esta enseñanza del Curso, que nos invita a reflexionar en nuestra actitud, incluida nuestra actitud al elaborar una pregunta. O sea, reflexionar si realmente estamos haciendo una pregunta (receptivos ante la única Respuesta), o más bien estamos intentando que se nos dé la razón o que alguien nos confirme nuestra afirmación (la cual hemos planteado en forma de pregunta, tan hábilmente que incluso nosotros mismos pensamos que hemos hecho una pregunta y no una afirmación).

Es un tema con mucha miga, y por supuesto que es un asunto íntimo entre uno mismo y el Espíritu Santo en nuestro interior, Quien nos va guiando para aumentar nuestro discernimiento, y avisándonos de cuándo nuestra actitud puede mejorar en algún aspecto, lo cual nos sucede casi siempre jejeje

Saludos


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Y hasta aquí ha llegado el tema de momento. Este post ya se ha alargado mucho, aparte de que no se me ocurre qué más podría añadir sobre este tema. Así que lo dejamos así. Si surgiera algo más, podéis leerlo en el link que di de ese foro. Si vuelvo a copiar algo más aquí, tendría que ser en un nuevo post, para no alargar más este, que ya es suficientemente largo de por sí.

Como siempre en este blog, no hace falta decir que lo que comparto es siempre mi opinión o la de aquellos con quienes resueno. Otras opiniones pueden ser igualmente válidas, pero obviamente yo comparto las mías (al igual que comparto las mías, los demás podéis compartir las vuestras, ya sea en vuestros blogs, en webs, en foros dedicados a debatir sobre estos temas, o incluso aquí mismo en la zona de comentarios de este post). Saludos.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Rosa Maria Wynn (Noticias sobre su estado de salud)


Rosa María Wynn es la traductora de Un Curso de Milagros a nuestro idioma. Acabo de enterarme de que desde hace algún tiempo ella está atravesando graves problemas de salud que según los médicos parecen no tener solución. Esto es en términos del mundo, pues en realidad sabemos que todo este mundo de conflictos es un sueño del que todos despertaremos, pero dado que este mundo tiene sus condicionantes y circunstancias, voy a recopilar aquí lo que he encontrado sobre esta triste noticia.

En primer lugar, los links donde se habla de esto:

El facebook de Rosa María Wynn: https://www.facebook.com/RosaMariaWynn/ (es el link general, por si más adelante actualizan con nuevas informaciones). O más concretamente, el mensaje que he leído hoy, fechado hace un par de semanas (el 11 de noviembre): https://es-es.facebook.com/RosaMariaWynn/posts/1315652261788048:0 (donde sus hijos informan brevemente de la situación, y mencionan el siguiente link en el que se pueden hacer donaciones para ayudar a los cuidados paliativos de Rosa María):

Link para donaciones (ahí explica):  https://www.gofundme.com/rosamariawynn

Más información, reunida de varias fuentes, en esta página web, El Blog de Irene Balsalobre: http://www.irenebalsalobre.com/2016/10/08/rosa-maria-wynn-agota-su-tiempo-noticia-de-ultima-hora/

La web de Rosa María (a día de hoy no incluye información al respecto): http://www.rosamariawynn.com/index.html

Tenéis la información más completa en esos links, sobre todo en el del blog de Irene Balsalobre que reúne diversas informaciones de fuentes diferentes. Aquí voy a copiar algunas de las partes principales:

1) Del facebook: 11 de noviembre a las 7:49:

https://www.gofundme.com/rosamariawynn (link para hacer tu donativo)

Queridos hermanos y hermanas de nuestra familia internacional,

Como posiblemente hayáis escuchado, nuestra amada madre, maestra, hermana, y amiga, Rosa María Wynn, no goza actualmente de buena salud. El mayor deseo de Rosa María es estar en la comodidad y paz de su propio hogar. Aunque ahora está recibiendo una excelente y amorosa atención en casa las 24h, este gasto no lo cubre el seguro.

Agradeceremos enormemente cualquier donativo para sufragarlo, así como vuestras oraciones, y os damos las gracias de antemano. Si te ves llamado a hacerlo, ¡cualquier aportación es de mucha ayuda! ¡También queremos tus oraciones! Y seguimos con la fe puesta en un milagro para ella.

Con amor, gratitud y bendiciones,

Isa y Gabriel (hijos de Rosa María)

2) Del Blog de Irene Balsalobre (información del 8 de octubre de 2016):

Rosa María Wynn Agota su Tiempo: Noticia de Última Hora


Esta tarde de sábado arrancaba para mí con esta triste noticia acerca del estado de salud de Rosa María Wynn. Al parecer Rosa María Wynn Agota su Tiempo: Noticia de Última Hora.

Esta noticia me ha llegado vía WhatsApp por dos personas distintas que afirman haberla recibido de fuentes fiables: Rosa María Wynn ha sido ingresada en una clínica de San Francisco (EEUU) a causa de un cáncer de huesos y metástasis cervical que le había sido diagnosticado, pero que no había trascendido a los medios.

Este es el primero de los mensajes que he recibido (según el emisor de una fuente fiable):

“En estos momentos quiero compartir a todos los estudiantes de Un curso de milagros la noticia sobre la salud de Rosa María Wynn, traductora al español del Curso. En estos momentos ingresada en una clínica en San Francisco (EEUU)). Le diagnosticaron cáncer de huesos y metástasis cervical; está bajo sedación esperando su final. Oremos por ella y con amor y agradecimiento, a quien dedicó años de su vida a llevar estas enseñanzas a todos los países de habla hispana. Siempre la llevaremos en nuestro corazón. Todo entregado en Las Manos de Dios, Él es el camino, la verdad y la vida”.
Tras el estupor inicial y buscar información en su página web, en Facebook y en buscadores (sin éxito), he recibido de otra persona y según una fuente totalmente fiable el siguiente mensaje:

“Acabamos de recibir este comunicado de la hija de Rosa María Wynn, pues parece que ha decidido partir:

Te lo comunico por si has oído algo, esto ya es “oficial”.

Bendiciones.

Mensaje de Lisbeth de Adranza (discípula de Rosa María Wynn, traductora del Curso de Milagros). Informa sobre la salud de nuestra maestra.

Sabía la gravedad pero no tenía ni el valor ni la autorización para compartir,pero acabo de recibir noticias del estado de nuestra amada maestra Rosa María.”

Mensaje de su hija Isa:

“Hola Lisbeth, la situación de mamá ha empeorado. Ahora el doctor dice que no hay ninguna opción de tratamiento, y que no tiene mucho tiempo aquí, posiblemente semanas. Pienso que la gente ya debe saberlo. Ayer Mamá me dio permiso a decirles lo del cáncer. Anoche, la medicación finalmente quitó el dolor y ella estaba feliz por 2-3 horas, estaba en paz, y llena de amor. Esperamos que podamos mantenerla cómoda y sin dolor por el resto de su tiempo aquí.”

3) El mensaje en la web de las donaciones:

Queridos hermanos y hermanas:

Como posiblemente ya sabréis, nuestra amada madre, maestra, hermana, y amiga, Rosa María Wynn, se encuentra en un grave estado de salud.

El mayor deseo de Rosa María es pasar el resto de su tiempo aqui en la comodidad y paz de su propio hogar. Aunque ahora está recibiendo una excelente y amorosa atención en casa las 24h, este gasto no lo cubre el seguro.

Nos gustaría pediros ayuda para poder seguir proporcionándole una transición cómoda en su hogar.

Agradeceremos enormemente cualquier donativo para sufragarlo, así como vuestras oraciones, y os damos las gracias de antemano. Juntos pedimos un milagro.

Todo nuestro amor, bendiciones y gratitud,

Ysa y Gabriel (hijos de Rosa María).


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Hasta aquí las informaciones que he encontrado en internet. 

En fin, en este mundo ilusorio surgen cosas así. Ojalá mejore y supere completamente esto, a pesar de los pronósticos, pero en cualquier caso mucho ánimo tanto a ella como a su familia y allegados, y pase lo que pase, lo importante es el propósito que damos a todas nuestras experiencias, parezcan lo que parezcan a nivel de la forma. Y a todo podemos darle el propósito de que continuemos reconociendo la paz. Mucha paz, Rosa María y allegados, y coincidamos o no en esta vida o en otra, más allá de todas las vidas o encarnaciones compartimos la verdadera Vida en el Cielo de nuestro estado natural, todos como Uno en Plenitud ilimitada, que es donde siempre estamos verdaderamente y donde despertaremos cuando terminemos de soltar nuestros deseos de soñar esta dualidad. Un abrazo a todos.

Actualización (febrero de 2017): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2017/02/notificacion-de-la-muerte-de-rosa-maria.html
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sábado, 19 de noviembre de 2016

Impotencia y desánimo: ¿Por qué estas crisis de pánico?

Pregunta: ¿Por qué estas crisis de pánico? 

Hola Toni. 

Practico el perdón bastante, cada vez más, pido ver las cosas de otra manera, voy a por todas, sin embargo, el miedo no solo se resiste, sino que aumenta, donde antes había pavor, ahora hay pánico, y eso, me produce además un sentimiento de impotencia y de desesperación que también tengo que perdonar. Pido constantemente a Jesús y al Espíritu Santo la iluminación, deseo despertar, porque solamente estando despierto de verdad dejaré de sufrir. Juro que pongo todo el empeño en mi proceso; pero en estos momentos me siento fatal, y eso me frusta tanto que mi fe disminuye. Me da la sensación que estoy retrocediendo. 

Saludos.

Respuesta: Como decimos frecuentemente, es un proceso, por lo que nos conviene ser pacientes y seguir persistiendo en nuestra práctica del perdón. Si entramos más conscientemente en contacto con nuestro sufrimiento (sea en forma de pánico o en numerosas pequeñas inquietudes, eso da igual y en todos los casos representa a la culpa ontológica) podemos usarlo a nuestro favor si lo aprovechamos para aplicar con ello el perdón. Simplemente hay que seguir. Todo es lo mismo, así que la esencia de nuestra práctica es siempre la misma: reconocer que en algún nivel estamos aferrándonos al conflicto, dejar de quererlo, y al perdonarlo, dejamos atrás otra capa del ego. Así una y otra vez. Hasta que no quede ego. Es un proceso que puede durar años, décadas. Arten y Pursah mencionan que en sus vidas "futuras" se iluminaron tras estudiar y practicar el Curso durante unos 30 años. Eso puede servirnos de ejemplo. Algunos tardan menos (por ejemplo por haber deshecho muchas capas del ego previamente en vidas anteriores), pero la mayoría tardan mucho más, no décadas sino vidas y vidas, si bien la mayoría no practican el método que enseña el Curso.

En cuanto a retrocesos, puede parecer que hay retrocesos aparentes en cuanto a la forma (nuestras sensaciones), pero la culpa inconsciente perdonada nunca vuelve, por lo que nunca hay realmente retrocesos, como insinué en "Cualquier pasito es útil": http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2016/09/cualquier-pasito-es-util.html

Cuando uno cava para hacer un pozo donde sabe que hay agua, y al cabo de un rato de estar cavando aún no sale agua, tiene dos opciones: ponerse a cavar en otro sitio, o seguir la recomendación de los sabios: si sabes que ahí hay agua, seguir cavando hasta que llegues al agua.

Seguir practicando pacientemente el perdón/discernimiento, es decir, volviendo la mente hacia dentro, es la manera de pedirle a Dios la iluminación. Podemos sentirnos con relativa paz incluso en épocas de pánico, al elegir confiar y no tomar el pánico tan en serio, pero si no conseguimos relajarnos en paz, simplemente sigamos perdonando. En realidad podemos estar en paz en cuanto lo decidamos (con pánico o sin él) porque la paz es simplemente una decisión. No depende de circunstancias externas, y ni siquiera depende de no sentir pánico. Podemos identificarnos con la parte de nosotros que está en paz, incluso si otra parte de nosotros sigue creyendo que está en pánico. Pero ante todo, al seguir practicando el perdón es cuando estamos reclamando solemnemente la iluminación. Y en su debido momento llegará. Será cuando la deseemos sin ningún género de duda. La iluminación no llega porque aún no la queremos. Una parte de nosotros sigue rechazándola. Pero al perdonar, brindamos la victoria a la parte de nosotros que sí acepta la iluminación. Y esta parte es la que ganará, porque el perdón nunca falla. De modo que continuamos pacientemente con el perdón, que es nuestra única parte en este proceso. Del resto se ocupa el Espíritu Santo.

Un abrazo

viernes, 4 de noviembre de 2016

Distinguir entre el ego y el Espíritu Santo

(Del foro):

Pregunta: Cuando miramos con los ojos del Espíritu Santo, la percepción se torna amable, pacífica y alegre, las cosas se ven de otra manera; pero esto puede ocasionar cierta confusión en el estudiante. Es posible que una percepción placentera provenga del ego (apego, relación de amor especial, etc.), o bien, puede ser que provenga del Espíritu Santo (corrección). ¿Cómo reconocerlo?

Respuesta: Vamos a tener que ser pacientes con nosotros mismos, porque este dilema de distinguir entre ambas voces (la del ego y la del Espíritu Santo) es el propósito de enseñanza principal del Curso. Y es un proceso que generalmente requiere años de práctica con el perdón.

Distinguir entre el ego y el Espíritu Santo es simple, pero no necesariamente fácil. Es simple porque se trata, básicamente, de distinguir entre la paz y el conflicto, entre el amor y el miedo, entre la unión y el rechazo, entre la igualdad y la diferencia. Pero no es necesariamente fácil debido a lo que comentas: los trucos del ego (amor especial, etc.) para hacernos confundir la paz con el conflicto, o el placer genuino con el dolor. Por eso el Curso nos avisa:

No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina, y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el amor y el miedo. (L.20.2.6)

Nadie desea el dolor. Pero puede creer que el dolor es placer. Nadie quiere eludir su felicidad, mas puede creer que la dicha es algo doloroso, amenazante y peligroso. No hay nadie que no haya de recibir lo que pida. Pero puede estar ciertamente confundido con respecto a lo que quiere y al estado que quiere alcanzar. ¿Qué podría pedir, pues, que al recibirlo aún lo siguiese deseando? Ha pedido lo que le asustará y le hará sufrir. Resolvamos hoy pedir lo que realmente deseamos, y sólo eso, de manera que podamos pasar este día libres de temor, y sin confundir el dolor con la alegría o el miedo con el amor. (L.339.1)

Confundimos los temporales caramelos del ego, frágiles, limitados y muy temporales, con el placer, sin reconocer el sufrimiento que conlleva la creencia de ser cuerpos. Confundimos la paz de especialismo del ego (por ejemplo, sentir "paz" por haber ganado dinero en la lotería), con la verdadera paz del Espíritu Santo. La verdadera paz es constante y compartida con todos. La paz del ego es temporal y amenazada por los "otros" (si tengo dinero, no lo tienen otros, pero pueden querer quitármelo: conflicto; es uno o el otro, pues alguien ha de ser sacrificado).

En esencia es simple, pues la paz es paz. Pero puesto que nuestra mente está dividida entre la lealtad al ego y al espíritu, tenemos tendencia a autoengañarnos, por lo que llegar a reconocer fiablemente las voces del ego y del Espíritu Santo es un proceso que requiere de práctica, práctica y más práctica: la práctica del perdón, retirando las proyecciones de conflicto y volviendo la mente hacia dentro hacia la paz de nuestro ser.

Es más fácil reconocer el "odio especial" que el "amor especial", pues el segundo es la astucia del ego para confundirnos. Pero por lo pronto, incluso desde la primerísima etapa del proceso de despertar, sí podemos hacer algo fácilmente: reconocer nuestros conflictos cuando nos damos cuenta de ellos, y entonces perdonarlos. Puede que nos confundamos en cuanto a lo que nos da placer o felicidad, confundiéndolo con el dolor y por lo tanto aceptando el sufrimiento sin reconocerlo como tal. Pero con mucha frecuencia sí reconocemos estar en conflicto, y ahí podemos dar nuestros primeros pasos en la práctica del perdón, reconociendo que nos sentimos mal, que "tiene que haber otra manera", y poco a poco ir reconociendo la verdadera causa (interna) del conflicto, y que podemos dejar de elegir eso ("podría ver paz en lugar de esto", L.34).

Con la práctica del perdón, a medida que limpiemos las barreras con que ocultamos la paz, sentiremos más la paz y nos será cada vez más fácil detectar la paz falsificada y temporal del ego, basada en comparaciones de especialismo. Esto es un proceso en el que finalmente vamos a triunfar, porque el Espíritu Santo está con nosotros, y la paz verdadera está siempre en nosotros, oculta o no, pero siempre disponible para que la elijamos, mientras que la "paz" del ego se evapora en seguida, pues nunca es suficiente: si gano dinero, se gasta o se teme que me lo roben; si siento paz al tomarme mi helado, luego volveré a tener hambre; si siento paz por tener una casa más grande que la de mis vecinos, me estaré privando de experimentar la verdadera plenitud, aparte del "susto" que me llevaré cuando se estropee o le pase algo a mi casa; etc.

Cuando aprendemos cuál es nuestro verdadero tesoro (la paz interior), ya no temeremos que nuestro tesoro se deteriore o lo roben los ladrones. Porque lo que somos no puede sernos quitado. El perdón nos ayudará a reconocer esto, pero tenemos que ser pacientes con nosotros mismos, pues disolver el ego va a llevar tiempo, no porque el tiempo y el ego sean reales, sino porque les hemos otorgado realidad y nos resistimos a deshacer estas creencias. Por eso, debido a nuestra resistencia, recorremos este proceso poquito a poco, a nuestro ritmo. La verdad no nos va a empujar, pues Ella sabe que ya ES, así que es infinitamente paciente. Todo depende de nosotros (de elegir despertar, perdonar), así que tarde o temprano completaremos este proceso, a medida que reconozcamos que los "placeres" del ego no son placer sino sufrimiento, y entonces aceptaremos sinceramente dejarnos de tonterías y, por lo tanto, despertar.

Actitud ante los elogios

(Del foro):

¿Es ego, o no es ego?

Pregunta: Hola. Una pregunta: Si mi jefe, un amigo, quien sea, alaba algo que he hecho eficazmente y me siento bien, ¿esa sensación proviene del ego? Gracias.

Respuesta: Como siempre, las circunstancias ilusorias son neutras en sí mismas, así que puede que sí o puede que no, depende de cada caso: de la actitud desde la cual estamos enfocando el asunto. Porque aunque toda verdadera sensación de bienestar procede de Dios (o a nivel ilusorio de Su reflejo: el Espíritu Santo o la mentalidad correcta), no todo lo que identificamos como agradable o placentero lo es realmente, sino que a veces es un simple cebo para que nos concentremos en lo corporal, en la limitada individualidad.

El jefe puede decir lo que sea. Y puedo sentirme bien (o mal) al respecto. El problema es la creencia de que ese "sentirme bien" (o mal) se debe a las palabras de mi jefe. Eso sería creer que algo externo puede afectarme, sea para bien (placer) o para mal (dolor). Eso es lo que el ego quiere que creamos, y en eso se basa la posibilidad de convertirnos en víctimas. Porque si elijo creer que mi bienestar depende de las palabras bonitas de mi jefe (o de mi familia, o de que gane mucho dinero a la lotería, etc), entonces estoy haciendo el mundo real, considerando lo externo como causa, en vez de ser un simple reflejo o efecto de mi decisión interna de sentirme como me siento.

Una lección muy citada del Libro de ejercicios dice: «Nunca estoy disgustado por la razón que creo» (L.5). Podríamos formularla así, refiriéndonos a la misma enseñanza: «Nunca me siento bien por la razón que creo».

La razón de que me siento bien no es que acabo de tomarme mi helado preferido, ni que mi jefe me ha elogiado, ni que mi novia finalmente ha aceptado casarse conmigo. La verdadera razón de mi bienestar, cuando es genuino, es la decisión en mi mente en favor del Espíritu Santo (es decir, de reconocer la verdad y despertar). Y los símbolos externos son solo el reflejo de esa decisión mental.

Por lo tanto, si mi jefe me elogia y me siento bien:

1) Si reconozco que eso es el reflejo de mi decisión de perdonarme a mí mismo y reconocer la verdad, entonces estoy siguiendo al Espíritu Santo y colaborando con mi despertar.

2) Pero si creo que mi bienestar se debe a las palabras que el jefe ha dicho sobre mí, entonces estoy reforzando la creencia de que soy una persona, en vez de utilizar la experiencia para recordar que soy una mente libre del espacio/tiempo. Al reforzar esa creencia, estoy siguiendo al ego, pero si me doy cuenta y cambio mi actitud de especialismo por una actitud de perdón/discernimiento, puedo cambiar del ego al Espíritu Santo y convertir la situación en una oportunidad para entrenar mi proceso de despertar.

La actitud profunda, por lo tanto, es recordar que no hay nada externo que tenga poder sobre nosotros: nada tiene el poder de darnos paz ni de quitarnos la paz. Ninguna cosa del mundo puede hacernos felices (ni siquiera las palabras del jefe) ni infelices (ni siquiera, de nuevo, las palabras del jefe).

Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. (T.10.introd.1.1)

Lo reconozcamos o no de manera consciente, toda sensación de bienestar proviene de unificarnos con la Voluntad de Dios. Y en este mundo de dualidad, la Voluntad de Dios se refleja en la forma del perdón.

Todo placer real procede de hacer la Voluntad de Dios. (T.1.VII.1.4)

Déjame perdonar y ser feliz. (L.64.6.4)

Por cierto, ni que decir tiene que aparte de lo comentado, si las palabras de mi jefe me hacen sentir "bien" debido a un egoico enfoque de especialismo, entonces he caído en la red del ego (por ejemplo, si mi jefe me dice que soy excepcional, que soy muy eficiente, y eso lo interpreto como que soy mejor que otros colegas del trabajo y hago depender mi sensación de valía de esa comparación, donde uno triunfa y otro es rebajado, como hace siempre el especialismo). Si hay actitud de especialismo (comparaciones donde alguien es mejor o peor que otro), hay ego. Pero podemos sentirnos bien desde una actitud de mentalidad correcta, por ejemplo interpretando las elogiosas palabras del jefe como un ejemplo del talento que existe potencialmente en todos nosotros, aunque el jefe haya ilustrado la idea tomándome a mí como ejemplo.

Dios, que abarca todo lo que existe, creó seres que lo tienen todo individualmente, pero que quieren compartirlo para así incrementar su gozo. (T.4.VII.5.1)

En cuanto creemos que tenemos alguna capacidad que alguien no tiene, o que alguien tiene alguna capacidad que nosotros no tenemos, podemos estar seguros de que estamos creyéndonos el cuento del ego. Y si nos acordamos de esto, al darnos cuenta, podemos poner remedio a esto, reconociendo que ninguna mente posee nada que no pertenezca a la totalidad. Así volvemos a la actitud del perdón, según la cual todos somos iguales, no diferentes, y nos sentimos bien por nuestra igualdad, y no por los ilusorios y muy temporales especialismos del ego, que nos hacen parecer diferentes a unos de otros.

El reino animal

(Del foro):

Pregunta: Queda claro, que la humanidad habida y por haber configura, por decirlo de alguna manera, esa extensión de Dios llamada Conciencia, Ser, Cristo, etc. Hace tiempo que me hago estas preguntas: ¿el reino animal, que papel juega?; ¿son los animales, también nuestros hermanos? Considero que ellos no son objetos, poseen mentes separadas y cerebros, con lo cual deduzco que un ser humano podría "reencarnar" también en animal, o viceversa. ¿Estoy equivocado, En algún rincón del Curso se toca este asunto?

Respuesta: Un Curso de Milagros dice, en el Texto:

¡Cuán sagrado es el más diminuto grano de arena, cuando se reconoce que forma parte de la imagen total del Hijo de Dios! (T.28.IV.9.4)

O mejor, veamos esa frase en el párrafo completo, que es muy claro:

Te doy las gracias, Padre, sabiendo que Tú vendrás a salvar cada diminuta brecha que hay entre los fragmentos separados de Tu santo Hijo. Tu santidad, absoluta y perfecta, mora en cada uno de ellos. Y están unidos porque lo que mora en uno solo de ellos, mora en todos ellos. ¡Cuán sagrado es el más diminuto grano de arena, cuando se reconoce que forma parte de la imagen total del Hijo de Dios! Las formas que los diferentes fragmentos parecen adoptar no significan nada, pues el todo reside en cada uno de ellos. Y cada aspecto del Hijo de Dios es exactamente igual a todos los demás. (T.28.IV.9)

Todo lo que en el universo ilusorio es percibido como fragmentos u objetos separados, en realidad son todos lo mismo: reflejos de un mismo y único Hijo de Dios. Esto se aplica a todo. Incluye a los animales, por supuesto, pero también los insectos, las sillas, los ríos, los átomos, las galaxias, los libros, los árboles, etc. Esos reflejos parecen estar "ahí fuera", externos a nosotros porque creemos ser un cuerpo, divididos entre "interior" y "exterior". Pero en realidad son reflejos en nuestra propia mente. Y más allá de los reflejos, cuando hayamos perdonado todos los reflejos y recuperemos el conocimiento puro, experimentaremos que todo está en nosotros como parte de nuestro ser. Esto puede experimentarse también mediante la revelación: entonces no hay reflejos, sino verdad; no hay fragmentos separados, sino Unidad, y en esa Unidad está contenido todo: la esencia, una con nosotros, de aquellos reflejos que percibíamos en la forma como si fuesen objetos separados: desde nuestros padres, amantes, amigos —y "enemigos", aunque en realidad no son tales— de todas nuestras "encarnaciones", mascotas, objetos, libros, aficiones, todo. Todos nuestros seres queridos están incluidos en la Unidad, pero no como reflejos, sino su esencia indisoluble con la nuestra. También están incluidos (pues también forma parte de nuestra plenitud de ser) todos aquellos a quienes detestamos, los hayamos conocido "personalmente" o no; esto incluye a Hitler, personajes históricos de todas las épocas, conocidos o no, pero no como formas, sino como esencia inocente: más allá de los reflejos, solo hay pureza.

Así pues, todos los reflejos forman parte de la imagen (imagen=reflejo) total del Hijo de Dios. Los animales están incluidos. Y las sillas, las mesas, las bombillas, todo. No es necesario preguntar cómo se iluminarán los animales, o cómo podría iluminarse una silla, una mesa o una bombilla (bueno, la bombilla no es tan difícil, ¿no bastaría con hacer click en el interruptor? jeje). Porque eso sería tratar de darle realidad a los reflejos. Son solo reflejos en nuestra mente. No hay nada ahí fuera. No hay nada externo a nuestra propia mente. ¡No hay mundo! Y por eso, el Curso nos pide que simplemente nos ocupemos de nosotros mismos:

La única responsabilidad del obrador de milagros es aceptar la Expiación para sí mismo. (T.2.V.5.1)

Porque cuando hayamos perdonado totalmente, cuando hayamos aceptado completamente la Expiación, ya no hará falta preguntar cómo se iluminarán "los demás", porque al iluminarse uno, todos están ya iluminados, pues no estamos separados. Hay una sola mente, y si esa mente eres tú y despiertas, entonces todo está despierto. Por eso basta con ocuparse de uno mismo. No hay un mundo ahí fuera. No hay nada externo a mi propio ser. Reforcemos estas ideas con algunas citas del Curso en la misma dirección:

No hay nada externo a ti. (T.18.VI.1.1)

Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. (T.10.introd.1.1)

Él [Dios] es lo único que te rodea. (T.18.VI.10.6)

No busques fuera de ti mismo. (T.29.VII.1.1)

¡El mundo no existe! (L.132.6.2)

No hay ni un solo instante en el que el cuerpo exista en absoluto. (T.18.VII.3.1)

La Unidad es simplemente la idea de que Dios es. Y en Su Ser, Él abarca todas las cosas. Ninguna mente contiene nada que no sea Él. Decimos "Dios es", y luego guardamos silencio, pues en ese conocimiento las palabras carecen de sentido. No hay labios que las puedan pronunciar, ni ninguna parte de la mente es lo suficientemente diferente del resto como para poder sentir que ahora es consciente de algo que no sea ella misma. Se ha unido a su Fuente, y al igual que Ella, simplemente es. (L.169.5)

En la realidad todos somos uno (no como muchos unidos juntos, sino realmente uno en singular: no hay pluralidad, no hay individuos, ni juntos ni separados; aunque la Unidad tampoco es algo singular realmente, pues no está sola, en el sentido de que goza de una ilimitada plenitud, la cual es mucho más total y abundante de lo que nuestra imaginación podría concebir, es una Unidad que es mucho más que nuestra imaginada "multitud infinita"... en comparación, una "multitud infinita" parecería algo solitario y pobre comparada con la plenitud de la Unidad). En la ilusión percibimos lo Uno como reflejado en innumerables fragmentos diferentes, pero eso es una ilusión. Y si uno despierta, despierta la mente y todo ha despertado. Animales y sillas incluidas, por así decir. Porque, para empezar, nunca ha habido realmente humanos, ni animales ni sillas. Ni siquiera ha habido sueño. Pero una vez que parece haber un sueño de dualidad, el asunto es que cuando "uno" despierta, "todos" han despertado con él. Pero ese "uno" tienes que ser tú. Porque mientras tú te niegues a reconocer la verdad, parecerá haber conflicto, individuos, tiempo, cambio y pluralidad. Si bien en cuanto te canses de soñar y aceptes despertar, todo estará despierto junto contigo. Y en realidad nunca nada había quedado dormido. Porque Dios no duerme. Y sólo existe Dios.

Dios es. 

PD: De lo anterior se deducen varias cosas. Mencionemos explícitamente un par de ellas: "¿Son los animales, también nuestros hermanos?": Sí, porque todo lo que percibo es un reflejo de mí mismo, y por lo tanto es mi hermano. "Considero que ellos no son objetos, poseen mentes separadas y cerebros": No hay un mundo ahí fuera. Ni cerebros o mentes separadas. Son alucinaciones, reflejos. Y aunque es cierto que hablamos de estas cosas, es conveniente recordar que lo hacemos por motivos prácticos pero que en realidad es importante que recordemos que todo eso no es verdad. "¿Podría un humano "reencarnar" también en animal, o viceversa?": De lo ya dicho, se deduce que no nos "reencarnamos" ni siquiera en seres humanos. La reencarnación es ilusoria. Si una creencia te hace sentirte mejor o sientes que te ayuda de algún modo, úsala, pero no la confundas con la verdad. No hay un mundo ahí fuera, con humanos o animales encarnando, ¡menos aún reencarnando! (M.24). Solo hay mente. La reencarnación puede ser utilizada como creencia de apoyo en caso de que la veas útil, pero no es verdad realmente. Por lo tanto, el tema no es si podemos reencarnar en humano o en animal (en un mundo inexistente). El tema es qué prefieres creer: qué sientes que te resulta más útil. Son meras creencias ilusorias y ninguna de ellas es verdad. 

jueves, 3 de noviembre de 2016

Sobre el sueño profundo o el sueño sin sueños

Pregunta: Algunos autores y maestros de la no dualidad, aseguran que todas las noches cuando dormimos, hay una fase del sueño (sueño profundo o sueño sin sueño), en la cual experimentamos el Ser; pero nuestro cerebro nunca lo recuerda. ¿Es esto cierto Toni?

Respuesta: Cuando no hay proyección ni pensamiento limitado, hay conocimiento.

Se podría decir que todas las noches experimentamos la "desaparición del universo" jejeje. Pero Un Curso de Milagros no utiliza ese recurso conceptual (de hablar de la triple secuencia de vigilia, sueño con sueños y sueño profundo). Algunos maestros sí lo han utilizado, por ejemplo Shankara, Gaudapada o Ramana Maharshi. Pero si uno utiliza esa comparativa, hay dos maneras de concebir el sueño profundo: 1) Como parte de la secuencia triple: vigilia, sueño con sueños, y sueño profundo. En este caso, son estados ilusorios que se suceden uno tras otro. 2) El sueño profundo como equivalente al conocimiento. En este caso, podríamos decir que cada noche tenemos una revelación. Es un estado de dicha. Aunque tiene el potencial inconveniente de que algunas personas se asusten porque creen no ser conscientes mientras dura ese estado de sueño profundo. En realidad no es así: sí somos conscientes, pero al no haber mundo ni persona, no es una conciencia humana. Pero eso puede asustar. Otra explicación en palabras es cuando se dice que no somos conscientes en el sueño profundo debido a la envoltura de ignorancia o cuerpo causal, que también conlleva el que "maya", la ilusión, reaparezca de nuevo: vuelve la vigilia o el sueño con sueños. En este tipo de explicación, el sueño profundo no se considera equivalente a la verdad absoluta.

Debido a esas 2 maneras de ver el sueño profundo, Ramana Maharshi a veces decía que el sueño profundo es la verdad absoluta, y otras veces decía que era un estado ilusorio. No se contradecía. Simplemente sabía que unos experimentan el sueño profundo como en el punto 1, y otros como en el punto 2.

El sueño profundo, visto como en el punto 2, no es un estado que se alterna con los otros dos estados, sino que es el "cuarto estado" que transciende los otros 3 (turiya transciende a la vigilia, al sueño y al sueño profundo; y en algunos textos se prefiere llamarlo turiyatita: más allá del cuarto estado... digamos que el quinto estado jejeje... es simplemente para indicar que no es lo que la mente piensa que es: no se puede conceptualizar). Y no se limita al rato en que uno está "en la cama", sino que está constantemente, aunque uno no se dé cuenta debido a la falta de discernimiento, o en otras palabras, debido a los obstáculos mentales que ponemos para ocultar la verdad.

Repito que UCDM no emplea ese recurso, esa comparativa. Y las palabras tendemos a idealizarlas, distorsionarlas, malinterpretarlas. Para asegurarte de que entiendes el uso elevado (del punto 2) del concepto de "sueño profundo", simplemente cambia las palabras "sueño profundo" por "paz". Pues son exactamente lo mismo. La paz está a todas las horas del día (incluso en la vigilia). Cuando la paz se desata totalmente, desaparece el universo. En oriente suelen llamar a eso "samadhi" (o uno de los tipos de samadhi).

El mundo es ilusorio, cambiante, inconstante. Así que no tiene nada de sorprendente que desaparezca frecuentemente, independientemente del nombre que se les dé a las circunstancias externas o a la forma: desmayo, sueño profundo, samadhi, muerte, etc (si se llama desmayo, luego surge la recuperación de la conciencia; si se lo llama sueño profundo, luego surge el despertar y el mundo retorna; si se lo llama muerte, luego surge un nuevo nacimiento... el mundo desaparece y reaparece, hasta que sea disuelto para siempre mediante el verdadero despertar).

Otra posible reflexión: si ves el sueño profundo como un estado del que entras y sales, entonces es ilusorio. Si estás siempre en ese gozoso estado, entonces es verdadero. De cualquier modo, los trucos o comparativas pueden ser útiles para algunas personas, inútiles para otras. Pero lo importante es el perdón: si volvemos la mente hacia dentro, desharemos los bloqueos y experimentaremos la verdad. Ya no importarán las palabras ni las comparativas.

Si estudias el Advaita, puede serte útil reflexionar en los estados de vigilia, sueño con sueños y sueño profundo. Si estudias y practicas el Curso, no necesitarás eso. Basta con saber que lo verdadero es eterno, y practicar el perdón para experimentar este reconocimiento.

Los advaitines pueden emplear el concepto de sueño profundo como el estado en el que se disuelven la vigilia y el sueño con sueños: es decir, el estado primordial o eterno. Es otra manera de decir que lo verdadero es lo permanente (ser), y lo ilusorio es lo cambiante (vigilia, sueño, etc). Es simplemente esa la utilidad.

Pero para que el sueño profundo pueda ser equivalente a turiya (la verdad), hemos de ser conscientes. Si durante el sueño profundo no somos conscientes, entonces pasa a ser simplemente un estado temporal más, junto con la vigilia y el sueño con sueños.

Turiya no es un estado temporal, no se alterna con otros estados, y no es un estado inconsciente. Por eso Ramana Maharshi, para que sus oyentes no confundieran el sueño profundo con turiya, a veces comparaba la realización (iluminación) con un "sueño profundo estando despierto", o con "una vigilia donde se está profundamente dormido". Es decir, tratando de indicar que uno está "dormido" a lo ilusorio, al mundo, al tiempo, pero al mismo tiempo consciente: consciente de lo verdadero, del Ser. Y eso, para el iluminado, no es algo a tiempo parcial: es siempre, tanto si el cuerpo parece estar en la cama con los ojos cerrados, como si está de pie conversando con las visitas o comprando en el mercado.

Sobre la autoestima

(Del foro): 

Pregunta: ¿Son la autoestima, el honor y la dignidad inventos del ego?

Respuesta: Depende del sentido que se les dé a esas palabras. Si son referidas a la individualidad, entonces sí son inventos del ego (y por lo tanto, ahora son neutrales para nosotros, puesto que podemos cambiarles el propósito, como con todas las ilusiones, usándolas para aprender el perdón, en vez de para el especialismo).

Y si esas palabras son referidas a la esencia, entonces pertenecen al ámbito de la mentalidad correcta, lo que significa que a lo que nos referimos entonces es al perdón. La verdadera autoestima proviene del perdón, lo cual deshace la individualidad y revela el verdadero Ser, que se ama a Sí Mismo (Autoestima) porque es Uno y completo. La verdadera dignidad, en este mundo, consiste en perdonar. Y el verdadero honor es igualmente el honor de perdonar, para así reconocer lo único honorable: la Verdad.

Por lo general, en la sociedad esas palabras suelen usarse referidas a individuos y suelen contener bastante potencial de especialismo, pero como decíamos más arriba, podemos unirnos al Espíritu Santo para cambiar el propósito de estos conceptos, utilizándolos como oportunidades para perdonar.

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Y en la práctica, cuando captamos lo esencial, todo resulta ser bastante simple. Por ejemplo, poniendo como ejemplo la autoestima: si logramos recordar el principio básico de elección (prestar atención al propósito: si hay intereses compartidos o intereses separados... unión o rechazo... unicidad o especialismo), entonces nos resultará bastante simple distinguir cuándo estamos en una actitud de especialismo, y cuándo en una de unicidad. Y el ejemplo con el tema de la autoestima podría ser así: si estoy basando mi autoestima en los intereses separados (o tú, o yo), entonces hay especialismo y separación. Por ejemplo, si para sentirme valioso necesito ser mejor que algún otro, o tener un coche más caro o más rápido, o tener un sueldo mayor en el trabajo, o si necesito considerarme más inteligente para poder sentirme valioso y amarme a mí mismo, etc... o todas esas cosas al revés: sentirme víctima porque mi coche es peor o no tengo coche, por ganar menos dinero que mi vecino, etc... Todas esas proyecciones provienen del conflicto básico de la mente egoica entre la mente global dividida y Dios, un conflicto en el que solo uno podía ganar: o Dios o Yo. Y si mi autoestima está basada en los intereses compartidos (reconociendo que todos somos esencialmente iguales, aunque en la forma seamos diferentes... lo cual refleja que no hay separación entre la mente y Dios), entonces no hay una actitud de necesitar ser mejor o peor que nadie, sino un deseo de compartir con todos, reconociendo que en el fondo todos somos igualmente valiosos porque todos podemos tomar la misma decisión de despertar del sueño y reconocer la Unidad que todos compartimos en la Plenitud del Uno.

La autoestima del especialismo, de necesitar ser especialmente mejor o peor que algún otro, es un invento del ego para reforzar la creencia en la individualidad. El propósito de eso es olvidarnos de que somos una mente que puede elegir despertar del sueño de la dualidad, y reforzar la creencia de que somos personas, cuerpos separados los unos de los otros, lo cual necesariamente nos pone en la situación de tener que competir, pues en el mundo físico los recursos son limitados.

Pero observar ese especialismo con discernimiento, sin juzgarlo sino comprendiendo lo que simboliza y el "daño" que nos causa (la aparente pérdida de nuestra paz/plenitud), ese observar tranquilo es perdón: lo cual deshace el especialismo y deshace el ego, devolviéndonos la experiencia de la paz y de la plenitud.

No es necesario ni conveniente inflar a la ilusoria persona de autoestima basada en el especialismo (necesitando que alguien gane y otros pierdan). Más bien, al reconocer que no somos una persona, de manera natural vamos a amar lo que realmente somos todos en unidad, lo cual es completamente digno de ser amado y es completamente compartido, lo cual es infinitamente gozoso. Si nos amamos desde una mentalidad correcta, no sentiremos necesidad de pisar a nadie para sentirnos queridos y valiosos. Y tampoco nos sentiremos víctimas, porque comprenderemos que tampoco nadie puede pisarnos: pisan los cuerpos, pero nosotros somos mentes y utilizamos los cuerpos no para pisar, sino simplemente como micrófonos para compartir susurros de amor: esto es usar el símbolo "cuerpo" como un medio de comunicación.

No somos mejores ni peores que nadie, pues todos compartimos un mismo y pleno INFINITO. ¿Qué mayor "autoestima" podría haber que ésta, que es eterna, ilimitada y compartida con el Todo?

Lo que se limita es del ego ("soy especial: tengo esto y tú no... soy capaz de esto y tú no"... etc). Lo que se comparte es del Espíritu Santo ("en esencia somos iguales, y en cuanto a las diferencias en la forma, procuremos usarlas de tal modo que sean de ayuda para todos"). Intereses separados, o intereses compartidos. Siempre estamos eligiendo entre estas dos opciones. Cuando captamos esto, y estamos atentos para ver cuál propósito de estos dos estamos dando a cada situación, de repente todo se vuelve muy simple. O es una cosa, o la otra. O estamos separándonos mediante el especialismo, o uniéndonos mediante el reconocimiento del valor que todos compartimos por igual. Cultivar la actitud de la unión nos hace sentirnos inmensamente amados, porque entonces reconocemos el Amor real (que transciende completamente la limitada autoestima de una persona separada), el Amor eterno e inmutable, el cual no tiene ningún tipo de forma o límite y se ama infinitamente a Sí Mismo en "todas partes".