jueves, 30 de junio de 2016

Facimoutreach P-627

¿Debo leer todo el Texto inmediatamente antes de hacer el Libro de ejercicios?

P-627: Si el año pasado leí todo el libro excepto las últimas cien páginas y ahora, recientemente, he acabado de leer el libro, ¿es un problema empezar ahora las lecciones, o tengo que releer el libro otra vez?

Respuesta: Aparte de las especificaciones contenidas en la introducción del Libro de ejercicios, no hay instrucciones para el estudio de Un Curso de Milagros. No es necesario releer el Texto para empezar a practicar las lecciones del Libro de ejercicios, aunque por lo general toma más de una lectura entender los principios fundamentales del sistema de pensamiento que el Curso enseña. El único requisito para el Libro de ejercicios se expresa con claridad en la introducción: «Recuerda solamente esto: no tienes que creer en las ideas, no tienes que aceptarlas y ni siquiera tienes que recibirlas con agrado. Puede que hasta te opongas vehementemente a algunas de ellas. Nada de eso importa, ni disminuye su eficacia. Pero no hagas excepciones al aplicar las ideas expuestas en el libro de ejercicios. Sean cuales sean tus reacciones hacia ellas, úsalas. No se requiere nada más» (L.introd.9). Es importante centrarse en el contenido, en lugar de la forma. Lo que importa es hacer un esfuerzo sincero en seguir las intrucciones tan cuidadosamente como puedas, sin juzgarte cuando falles. Puesto que Jesús sabe que nuestra resistencia al mensaje del Curso es bastante fuerte, nos guía con suavidad. Lo que él nos dice en el Texto se aplica adecuadamente a nuestra práctica del Libro de ejercicios: «Mas si experimentas gran resistencia y ves que tu resolución flaquea, es que todavía no estás listo. No luches contra ti mismo» (T.30.I.1.6-7). Se nos pide un poco de buena voluntad, nada más.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions111.htm#Q627

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-620

¿Cómo puedo reconciliar todas las diferencias que hay entre el Curso y la Biblia?

P-620: Una búsqueda en internet sobre Un Curso de Milagros nos permite encontrar muchos artículos anti-Curso —de todo tipo, oscilando desde las opiniones de que el Curso está inspirado por Satanás, hasta las opiniones de que aquellos que se implican con el Curso se convierten así en miembros de cultos anticristianos o antibíblicos. Yo, como alguien que llegó al Curso después de haber comprobado los principios del perdón y de la paz en la vida real antes de haber tenido ocasión de leer ni una sola palabra de ellos en los libros publicados, estoy luchando perpetuamente con el hecho de que creo en mi corazón que el Curso es válido pero que el Jesús del Curso contradice lo que se dice en la Biblia. Esto está empezando a causarme mucha angustia, ya que la Biblia misma dice que en el fin de los tiempos surgirán muchos falsos profetas y que tendremos que poner a prueba sus palabras de este modo: comparándolas con las Santas Escrituras (la Biblia). Ciertamente puedo entender las diferencias de interpretación, pero todas las contradicciones directas me están causando serias dudas.

Respuesta: Muchos estudiantes se han angustiado por este tema, algunos regresaron a su afiliación religiosa previa y otros siguieron con el Curso. No hay duda de que la teología del Curso y la de la Biblia son mutuamente excluyentes. Nadie puede tomar esta decisión por ti. Debes seguir cualquier camino que te lleve más cerca de Dios y te deje una sensación de paz, y con amor por todas las personas. Sin embargo, tomar tu decisión basándote en el miedo pareciera ser contraproducente, ya que sería difícil sentir amor por un Dios que te ata a Sí Mismo y a Su Palabra por miedo. El miedo y el amor no pueden coexistir. Y además seguirías sintiéndote en conflicto si parte de ti todavía creyera que el Curso es un camino espiritual válido.

Algunas personas se han dicho a sí mismas mientras continuaban con el Curso pero aún con dudas y miedo de que podrían estar tomando la decisión equivocada: ¿Qué es lo peor que puede pasar? Siempre puedo volverme atrás —el Curso siempre estará ahí para mí. ¿Y qué hay de malo en volverme más compasivo, más amable, menos juzgador/criticador y menos culpable? Supongamos que dedico el resto de mi vida a deshacer mi culpa, mis pensamientos de odio, mi miedo al amor, los obstáculos a la paz... ¿Estaría Dios molesto conmigo porque pillé la teología equivocada? ¿¡¿Qué piensas ?!?

Podría interesarte nuestro libro, co-escrito por Kenneth Wapnick y Norris Clarke, un sacerdote/filósofo católico: "Un Curso de Milagros y el cristianismo: un diálogo".

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions110.htm#Q620

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-788

¿Es incoherente por mi parte no querer pasar tiempo con alguien a quien siento que he perdonado?

P-788: ¿Es correcto y posible perdonar a alguien pero aun así no querer pasar tiempo con ellos simplemente porque no quieres hacerlo? Sé que, en última instancia, el perdón no implica que tengamos que pasar tiempo con un asesino simplemente porque él/ella es un hijo de Dios. El quid de lo que quiero decir es que siento que he perdonado a cierta persona de mi vida, pero no me gusta pasar tiempo con él porque su idea de relacionarse con los demás es muy diferente de la mía. No le devuelvo sus llamadas telefónicas y sólo quiero que se vaya.

Respuesta: Es muy normal tener preferencias mientras creemos que somos cuerpos. En ese sentido, tener preferencias con respecto a las personas con las que pasamos el tiempo no es diferente de tener preferencias con respecto al sabor del helado que elegimos. Si es sólo un asunto de preferencias —en contraposición a experimentarlo como un asunto crucial que perturba o interfiere en tu paz mental— entonces simplemente déjalo correr (déjalo así). Sin embargo, a veces es mucho más que una preferencia, siendo lo que Jesús llama una inversión —en la sección del Texto de Un Curso de Milagros titulada "Cómo invertir en la realidad" (T.12.III). Si hay una verdadera carga en tu decisión de no relacionarte con esta persona, entonces has pasado de tener una preferencia a tener o hacer una inversión ((inversión en este caso implica apego al resultado)), queriendo esto decir que has vinculado tu salvación a no relacionarte con esa persona, y entonces estarías negándole tu amor a esa persona. Esa decisión vendría por lo tanto del ego e involucraría juicio. La lección que se ofrece en la sección mencionada es que la salvación se alcanza sólo a través de la paz —la cual está en tu mente— y no en que tengas en el mundo una situación o relación que sea de determinada manera.

La pregunta P-595 habla de este tema, al igual que las páginas 25-28 del volumen 1 de nuestro "El poder sanador de la bondad".

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions150.htm#Q788

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-603

¿Debo pedir ayuda para mirar las formas concretas de la culpa, o es mejor pedirla para mirar la más amplia y subyacente culpa ontológica?

P-603: Justo al final de la pregunta P-385 dijisteis lo siguiente: "Si elijo al Espíritu Santo, mi lección será que ahora tengo la oportunidad de tomar una decisión diferente con respecto a la culpa que creo que está enterrada en mi mente, liberándola en la sanadora luz del perdón, en vez de seguir aferrándome a ella y proyectándola en alguna forma disfrazada". ¿Tenemos que ser conscientes de la culpa o razón particular (concreta) que hay tras la situación? ¿O simplemente miramos la culpa y el castigo de los que el Curso habla porque hemos negado nuestro Ser real y rechazado a nuestro Padre —siempre esta misma razón para todo conflicto que percibamos— y entonces le pedimos al Espíritu Santo que mire esto con nosotros? ¿Es eso suficiente o tenemos que esperar que nos llegue una respuesta concreta sobre cada situación concreta, guiados por el Espíritu Santo, y entonces pedirle que Él se una a nosotros? Cuando pregunto cómo debería mirar en diversas situaciones, sin importar lo diferentes que sean, lo único que hago es recordar las mismas palabras que he leído en Un Curso de Milagros. Nunca me llega una respuesta concreta, como por ejemplo hubiera podido ser algo del estilo de: "Estás castigándote a ti mismo porque has sido mezquino o egoísta (o lo que sea) en esta o aquella situación". En otras palabras, nunca logro discernir las razones concretas a nivel del mundo de la forma. Así pues, cuando una situación se repite nuevamente, siento que debí hacer algo mal y no siento confianza en que voy a obtener resultados ni en que haré progresos con lo que estoy haciendo, ya sea al nivel de la mente o al nivel de la forma. ¿Podéis ayudarme con esto?

Respuesta: La subyacente culpa ontológica de la mente por nuestra creencia de habernos separado de Dios, atacándole y destruyéndole en el proceso, es siempre el único problema que tenemos que abordar. Sin embargo, la manera de tomar conciencia de esta culpa depende de cómo nuestra mente la ha disfrazado al proyectarla fuera de la mente sobre nuestro cuerpo u otros cuerpos del mundo. Normalmente empezamos por nuestras reacciones a los acontecimientos o situaciones específicas, o por nuestros recuerdos de ellas, las cuales el ego ha orquestado de manera ingeniosa pero engañosa para que las percibamos como la causa de nuestros sentimientos, de manera que no busquemos la causa en la mente.

Aquí es donde el Espíritu Santo le da la vuelta a la tortilla y le gana la partida al ego. Lo que se hizo en el mundo como un subterfugio y como una cortina de humo para mantener oculta la culpa de la mente, se convierte ahora en un símbolo de esa culpa oculta, de manera que se convierte en un medio para volver nuestra atención a la mente, donde podemos entrar en contacto de nuevo con ella. Pero para que esta inversión (T.28.II; L.11.1) funcione tenemos que estar dispuestos a aceptar la interpretación que hace el Espíritu Santo de los acontecimientos en vez de nuestra propia interpretación, lo que significa reconocer que estamos equivocados en nuestras conclusiones sobre lo que ha sucedido.

Ahora bien, la culpa ontológica que hay en nuestra mente puede ser proyectada de muchas formas diferentes —por ejemplo como una enfermedad en nuestro cuerpo (es el tema de la pregunta P-385 que mencionaste), como enfadarnos con los demás por perjudicarnos o hacernos daño de alguna manera, o como la culpa por lo que creemos haber hecho o dejado de hacer a nivel corporal. Todas estas proyecciones sirven al objetivo del ego de privarnos del acceso consciente a la mente, porque hacen que nos centremos en el mundo externo en vez de en el interior de nuestra propia mente. Pero una vez que podamos aceptar que son simplemente símbolos de la culpa que subyace en nuestra mente, proyectada hacia fuera desde el interior, es cuando podemos regresar al origen del problema en la mente y, por medio de unirnos con Jesús o el Espíritu Santo en nuestra mentalidad-recta, soltar la ilusoria culpa que ha estado cubriendo/ocultando el amor que hay debajo de ella.

Así que, respondiendo a tu pregunta, no es necesario estar en contacto con el pensamiento o juicio concreto que hay tras la culpa que puedas estar experimentando en una situación en particular. El hecho de que estés sintiendo culpa (o ira, enfermedad, etc) es lo único que necesitas admitir y reconocer. Pero te interesa ser honesto contigo mismo en que no estés de alguna manera, inconscientemente, negándote a mirar las razones concretas de la culpa porque crees que sería demasiado doloroso o difícil (en la pregunta P-335 puedes encontrar una discusión relacionada). En el siguiente pasaje Jesús aborda este tema en el contexto del miedo, pero lo que dice es válido también para la culpa: «No es necesario seguir al miedo por todas las tortuosas rutas subterráneas en las que se oculta en la obscuridad, para luego emerger en formas muy diferentes de lo que es. Pero sí es necesario examinar cada una de ellas mientras aún conserves el principio que las gobierna a todas. Cuando estés dispuesto a considerarlas, no como manifestaciones independientes, sino como diferentes expresiones de una misma idea, la cual ya no deseas, desaparecerán al únisono» (T.15.X.5.1-3).

En otras palabras, no te interesa utilizar lo que podría ser solamente un entendimiento intelectual de un principio del Curso como una manera de evitar entrar en contacto con lo que crees que es la fealdad de tu ego. Pero si te permites sentir la sensación de no ser digno, el odio hacia ti mismo, la sensación de ineptitud o alguna otra variación que adopte la culpa, y no retrocedes ante estos sentimientos sino que los miras abiertamente y con honestidad, entonces la razón específica que el ego quiera dar para explicar por qué te sientes de esa manera no será realmente importante.

El hecho de que sientes que estás repitiendo los mismos errores y que no estás haciendo realmente progresos en cualquier nivel podría reflejar una serie de cosas diferentes. Como ya hemos indicado, si estás utilizando la idea de la culpa menos concreta y más abstracta de la mente como una manera de evitar mirar a lo que realmente crees acerca de ti mismo, puede que desees ser contigo mismo tan honesto como puedas con respecto a tu voluntad de destapar la oscuridad —un proceso que de hecho resulta muy aterrador para cualquier mente que esté identificada con el ego.

Pero también es posible que estés siendo injustificadamente impaciente contigo mismo —al fin y al cabo Jesús nos advierte de que no estamos en posición de poder juzgar nuestro progreso (T.18.V.1.4-6). Simplemente porque siento que pierdo la paz en este mismo momento en una vieja situación familiar no significa que yo era un fracasado anteriormente cuando pensaba que era capaz de soltar mi culpa en un instante santo. Pero mi ego sí querría que yo crea eso sobre mí mismo. Pues entonces hay pocas razones para la esperanza y muchas para la desesperación, un resultado que hace que el ego se deleite.

Así que te interesa recordar que tu papel es simplemente destapar la oscuridad —identificar los motivos del pecado y la culpa en tu propia mente a medida que son proyectados en diversas formas sobre tu cuerpo y el mundo— y que es el amable amor del Espíritu Santo lo que te liberará de ellos ((del miedo, la culpa, las proyecciones, el "pecado", la oscuridad)) si tú se los ofreces a Él. Si haces simplemente esto, puedes confiar en que estarás ascendiendo por la escalera adecuada que te llevará a tu hogar y no necesitarás preocuparte de cuántos peldaños hay ni de cuántos pasos tendrás que dar.

((Sobre el tema de perdonar lo concreto y lo abstracto, además de la P-335 mencionada más arriba, puede leerse también la aclaradora pregunta P-123, ambas respondidas igualmente por Ken Wapnick. Y quien quiera seguir leyendo más extensamente, escribí un post relacionado también con este tema: Miedo abstracto; y el uso de diferentes símbolos del perdón))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions107.htm#Q603

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-335

¿Cuál es la mejor manera de recordar, y de tratar con, los pensamientos crueles o de ataque?

P-335: Cuando tengo pensamientos no amorosos o de ataque y no me doy cuenta de ellos inmediatamente, ¿es necesario que recuerde esos pensamientos en detalle antes de que pueda entregárselos al Espíritu Santo o a Jesús para que los limpie o los reinterprete por mí? La mayoría de las veces sólo me doy cuenta más tarde de que mis pensamientos fueron poco amables, y ya no consigo recordar cuáles fueron los pensamientos concretos que tuve. Así que le digo al Espíritu Santo o a Jesús que esos pensamientos reflejan un propósito que me impide aceptar mi verdadera función. Este enfoque se ha convertido para mí en una herramienta que puedo aplicar de manera general a casi todos los pensamientos egoístas y basados en el ego que tengo la mayor parte del tiempo. Todos ellos parecen pasar rápidamente inadvertidos y a veces simplemente los agrupo todos en uno y los entrego ((al Espíritu Santo o Jesús)). ¿Puedes ayudarme con esto?

Respuesta: Al fin y al cabo, en realidad no importa la forma concreta que toman nuestros pensamientos de ataque. Es su propósito u objetivo lo que nos interesa, y ese propósito es siempre reforzar nuestra propia culpa y sensación de separación. Así que es con el propósito —en tu mente— y no con los pensamientos concretos ni con las palabras y acciones concretas que hemos empleado para ese propósito con lo que queremos estar en contacto.

Sin embargo, antes de que podamos llegar a ese nivel de generalización de nuestras lecciones, es importante que no nos saltemos ninguno de los pasos concretos que nos llevan al reconocimiento de la igualdad de todos nuestros juicios egoicos. Así que te interesaría preguntarte a ti mismo lo más honestamente que puedas si tu dificultad para recordar los detalles concretos puede ser el resultado de una sensación de miedo y culpa con respecto a esos pensamientos, diciéndote: «¡No mires! Estos juicios y pensamientos de ataque son demasiado horribles para mirarlos. Simplemente acepta que has pecado y entonces deshazte de ello ofreciéndole la pesada carga a Jesús o el Espíritu Santo". ¡Esto no es exactamente lo que Jesús nos está pidiendo que hagamos! (T.13.III.1.1-2). Pero sólo tú puedes responder por ti mismo si es tu propio miedo lo que está manteniendo los pensamientos concretos fuera de tu conciencia.

Ahora bien, si fuese ese el caso, no te interesa hacer un drama de ello. Así que tienes miedo, ¿pero quién no lo tiene? Lo único que te interesa hacer, por tanto, es empezar a desarrollar una voluntad de mirar tu ego y quizás al principio empezar a recordar cómo te ha atrapado con sus argucias en tu pasado reciente. Y con el tiempo, con la práctica, aprenderás a reconocer tu decisión en favor del ego mientras estás en medio de ello. El valor de esto es que entonces sabrás que dispones de otra opción diferente en el momento en el que estás eligiendo identificarte con tu ego y así no tendrás que prolongar el sufrimiento y el dolor que te acompañan cuando te identificas con tu ego. Así que no trates de forzar nada ni de forzarte a ti mismo a recordar, sino que simplemente puedes ofrecer esa pequeña voluntad de mirar tu ego junto con Jesús o el Espíritu Santo (T.12.II.10) para que puedas ver su "nadidad" ((la insignificancia, la inexistencia real del ego y de su sistema de pensamiento)).

((Sobre el tema de perdonar lo concreto y lo abstracto, pueden leerse también las preguntas P-603P-123, respondidas igualmente por Ken Wapnick. Y quien quiera seguir leyendo más extensamente, escribí un post relacionado también con este tema: Miedo abstracto; y el uso de diferentes símbolos del perdón))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions61.htm#Q335

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-602

¿Acaso no era Jesús consciente, y la conciencia ubicada en él no pertenecía al ámbito del ego?

P-602: Un Curso de Milagros dice que la conciencia "pertenece al ámbito del ego". Yo entiendo que los seres humanos limitados por su ego, al ser conscientes de sí mismos, perciben el mundo a través de una conciencia limitada. ¿Qué pasa con Jesús, que no estaba limitado por el ego sino que caminaba entre la gente y se relacionaba con nosotros al mismo tiempo que era consciente de Sí Mismo y de todos con los que Él se relacionaba? ¿Es que siendo consciente, Él no era consciente? ((Esta pregunta no se puede captar en nuestro idioma sin indicar lo siguiente: en inglés dice: "Being aware, was He not conscious?". Debemos notar que primero usa "aware" (consciente) y después usa "conscious" (consciente), y que en nuestro idioma solamente existe una palabra para ambas acepciones: "consciente". En general, aunque no siempre, cuando el Curso en inglés se refiere a la conciencia del ego (la conciencia dual basada en la percepción de sujeto/objeto, observador/observado), utiliza la palabra "consciousness" y no "awareness", aunque en muchas ocasiones se emplean también como sinónimas. Cuando el Curso se refiere al ámbito del conocimiento (la pura verdad no-dual) suele usar palabras diferentes a "consciousness", por ejemplo utiliza "presence" (presencia), "awareness" (conciencia, alerta, discernimiento), etc. Al final de este post incluiré otra nota con una breve cita sobre el tema)) Y en ese caso, ¿podríamos llamar a este nivel de conciencia, libre del ego, como la Conciencia de Cristo a la que nosotros podemos aspirar a alcanzar? ¿O simplemente estoy confundido con respecto a las definiciones de la conciencia?

Respuesta: Dado que, como el Curso nos dice, «La conciencia ((consciousness)) —el nivel de la percepción— fue la primera división que se introdujo en la mente después de la separación (...)» (T.3.IV.2.1), ella es, tal como has señalado, «perteneciente al ámbito del ego» (T.3.IV.2.2) y por lo tanto pertenece al ámbito de la separación y de la mente no-sanada. Cuando se acepta la Expiación la mente queda sanada y regresa al conocimiento en vez de seguir en la conciencia ((consciousness)). Por lo tanto, la importante distinción que debe hacerse es la diferencia entre la conciencia ((consciousness)) y el conocimiento. Jesús, quien en el sueño es un símbolo de la mente sanada, sabe/conoce que él es el inocente Hijo de Dios. Este estado mental se alcanza cuando no hay conciencia ((awareness)) (conciencia) ((consciousness)) de ninguna otra identidad. Mientras la mente está dividida por la creencia en la separación y por lo tanto está sin sanar, ella percibe; ya sea percibiendo falsamente con el ego, o correctamente con el Espíritu Santo. Ella no conoce, ya que el conocimiento, tal como es entendido en el Curso, se refiere únicamente a la verdad. Lo que es verdadero es conocido, no percibido: «La percepción verdadera es la base del conocimiento, pero gozar de conocimiento es la afirmación de la verdad y esto se encuentra allende cualquier percepción» (T.3.III.1.10).

El término Conciencia de Cristo ((Christ Consciousness)) no se utiliza en el Curso. El Curso nos dice que «Cristo es el Hijo de Dios que no está en modo alguno separado de Su Padre y cuyos pensamientos son tan amorosos como el Pensamiento de Su Padre, mediante el cual fue creado» (T.11.VIII.9.4). Cristo simplemente es, y conoce tal como Él es conocido. Esto no es el ámbito de la conciencia ((consciousness)), el cual, como hemos visto, es el resultado de la separación y es la condición de la mente no-sanada. Lo que estamos aprendiendo por medio del Curso es a perdonarnos por cada pensamiento de juicio que nos mantiene enraizados en la creencia de la separación. Este proceso permitirá que nuestras mentes acepten finalmente sólo la verdad de quien somos como el Hijo de Dios, tal como Jesús ya ha hecho. Entonces nos uniremos a él en el mundo real y: «Juntos desapareceremos en la Presencia que se encuentra detrás del velo, no para perdernos sino para encontrarnos a nosotros mismos; no para que se nos vea, sino para que se nos conozca» (T.19.IV.D.19.1).

Otras preguntas relacionadas con la conciencia ((consciousness)): P-27, P-32, P-65, P-127 y P-174.

((Aquí va la prometida nota sobre los matices de consciousness frente a awareness. En el libro "La Desaparición del Universo", de Gary Renard, en el capítulo 4, Arten dice lo siguiente: «Sí, pero no verás con los ojos del cuerpo. Por eso, en lugar de palabras como conciencia [consciousness], que implican separación y son del ego, el Curso utiliza palabras más abstractas, como alerta [awareness], cuando describe la iluminación»))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions106.htm#Q602

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

miércoles, 29 de junio de 2016

Facimoutreach P-601

¿Es posible tener la experiencia de la revelación sin haber alcanzado aún el estado de Conciencia Crística?

P-601: La Biblia termina con el libro de la Revelación ((su nombre más usual es Apocalipsis, que significa precisamente eso: Revelación)). Un Curso de Milagros está diseñado para ayudarnos a progresar en el camino que nos lleva hasta la revelación en el instante santo del conocimiento divino de nosotros mismos como Cristo. ¿Es a esto a lo que el Curso llama revelación? Y si es así, ¿es esta experiencia posible mientras uno aún está encarnado; se percibe en la Conciencia de Cristo?

Respuesta: Lo que el Curso entiende por revelación no coincide con el uso que se hace de ese término en la enseñanza bíblica. El Libro de la Revelación ((Apocalipsis)) del Nuevo Testamento habla de un acontecimiento futuro, asociado con la Segunda Venida de Jesús y con el fin del mundo. Está basado en la creencia de que el mundo es real, así como el cuerpo y la redención del pecado. En Un Curso de Milagros lo que se entiende por revelación es la experiencia del Amor de Dios, el cual está siempre siendo comunicado al Hijo y nunca ha cambiado.

La revelación puede experimentarse mientras todavía se está en el cuerpo, pero no pertenece al ámbito del cuerpo. Es una comunicación que proviene de Dios y por lo tanto se experimenta en la mente ((como conocimiento puro)), en vez de ser percibida: «Procede de Dios hacia ti, pero no de ti hacia Dios» (T.1.II.5.5). La revelación es posible debido a que la separación no es real y nosotros somos, en verdad, uno con el Padre. En este sentido la revelación es nuestro estado natural, el cual hemos bloqueado de nuestra conciencia al decidir contra él: «Te has enseñado a ti mismo el hábito completamente antinatural de no comunicarte con tu Creador» (T.14.III.18.1). Sin embargo el Padre está siempre comunicándose con Su Hijo (con nosotros): «Dios creó a cada mente comunicándole Su Mente, y estableciéndola así para siempre como un canal para Su Mente y Su Voluntad» (T.4.VII.3.7).

Por lo tanto, puesto que la comunicación con Dios nunca se ha interrumpido, nuestra función no es esforzarnos por lograr la revelación o en buscarla, «(...) sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro de ti que has levantado contra él [el amor, también la revelación]. No es necesario que busques lo que es verdad, pero sí es necesario que busques todo lo que es falso» (T.16.IV.6.1-2).

Volvemos como siempre a nuestra única tarea, que es el perdón. Esto significa estar dispuestos a reconocer en todos nuestros pensamientos de juicio y ataque nuestro propio miedo a la revelación del amor. Entonces tenemos la oportunidad de permitir que la percepción del Espíritu Santo reemplace a la nuestra; y lo que ha sido bloqueado es entonces revelado. Lo importante es la fidelidad al proceso del perdón tal como Jesús lo enseña en el Curso. Sólo así se sana el pensamiento de la separación, disminuye el miedo y nos volvemos, tal como Jesús nos dice, «cada vez menos dispuestos a negar» (T.11.VI.3.6) la experiencia hacia la cual él nos está conduciendo. «La revelación de que el Padre y el Hijo son uno alboreará en toda mente a su debido tiempo» (L.158.2.8).

Como ya hemos mencionado en anteriores preguntas ((además, justamente la siguiente pregunta, la P-602, abordó el tema de la conciencia y puede resultar bastante aclaradora, aparte de que en ella se citan otras preguntas anteriores sobre el tema; futuras preguntas sobre el tema se incluirán en el índice a medida que las vaya traduciendo, en la parte "POR TEMAS", en la sección Conciencia)), el término Conciencia de Cristo no se utiliza en el Curso. La conciencia ((consciousness)) es la condición de la mente separada o dividida, la cual percibe. Nuestra identidad como Cristo es nuestra realidad, la cual es conocida en vez de percibida, y está completamente más allá del ámbito de la conciencia. (Ver: T.3.IV.2; T.3.III.1.10; T.11.VIII.1.9; T.11.VIII.9.4).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions106.htm#Q601

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-598

¿Qué puedo hacer con respecto a la conducta sexual compulsiva?

P-598: Siento que tengo una adicción a la masturbación y, aunque a menudo le hablo de esto a Jesús, parece seguir siendo un problema. ¿Qué puedo hacer?

Respuesta: Es sólo nuestro ego el que quiere que creamos que tenemos un problema con lo que hacemos con nuestros cuerpos. Pero eso no es nunca el problema. Tal como Jesús nos anima reiteradas veces que hagamos, la única pregunta que deberíamos hacernos sobre cualquier cosa es: «¿Para qué es? ¿Qué propósito tiene?» (por ejemplo: T.4.V.6.6-11; T.17.VI.2.1-3; T.24.VII.6.1-3; L.96.6).

Todos tenemos también "adicciones" a respirar, a comer y a beber, y es nuestro ego el que quiere hacer que las diferencias entre nuestras diversas conductas sea importante. El sexo es en el sueño uno de los símbolos más potentes de la culpa, y mantiene con mucha eficacia a la mente preocupada por los "pecados" del cuerpo, para que la mente se mantenga en conflicto y nunca mire en el interior de sí misma donde está la subyacente falsa creencia en el pecado (el pecado de la separación). Cualquier cosa que parezca darnos placer, el ego nos dice que es simplemente una prueba más de que hemos robado de Dios lo que en realidad no nos merecemos. ¿Por qué crees que nuestro idioma empareja frecuentemente la palabra placer con adjetivos del estilo de secreto, culpable, robado y prohibido? ((En nuestro idioma, el español, también sucede esto, lo vemos incluso en los anuncios, por ejemplo decir de algo que "es tan bueno que tiene que ser pecado", siendo pecado otra palabra que podríamos añadir a esa breve lista de adjetivos que relacionan lo agradable con la culpa))

Ahora bien, si el comportamiento compulsivo —sexual o de otro tipo— está interfiriendo en tus relaciones o te dificulta cumplir con las responsabilidades básicas de tu vida, en ese caso puede interesarte mirar qué propósito le estás dando a esa conducta en particular —ser una justificación para reforzar tu creencia subyacente en tu ineptitud, tu falta de merecimiento y tu culpabilidad. Pero, una vez más, el problema no es la conducta en sí, sino el propósito que le estás dando en tu mente. Así que es ahí donde siempre te interesa empezar. Una vez que entres en contacto con el propósito y con el costo que este tiene para tu paz mental, puedes sentirte motivado para hacer cambios a nivel de la conducta, pero sin ningún sentimiento de culpa, miedo o coerción ((sin coacción; en otras palabras, sin necesidad de reprimir, sin la desagradable sensación de estar forzándonos a renunciar a algo; sin sentimiento de sacrificio)) —pues ese tipo de motivaciones ((miedo, culpa, sacrificio, etc.)) se basan siempre sólo en el ego. Jesús no quiere privarnos de ninguna de nuestras relaciones especiales ni de ninguno de nuestros pequeños placeres. Lo que él enseña por medio de Un Curso de Milagros es que él quiere que nos demos cuenta de que el único «placer real procede de hacer la Voluntad de Dios» (T.1.VII.1.4), y eso en este mundo significa practicar el perdón —perdonarnos a nosotros mismos y a los demás.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions106.htm#Q598

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-975

¿Cómo pudo la mente del ego tener la posibilidad de prevalecer?

P-975: Un Curso de Milagros dice que hay una mente del ego y una mente real —la mente del Espíritu Santo— que es parte de la Mente de Dios, en la cual se encuentra el Cielo. Lo que me confunde es lo siguiente: ¿cómo pudo conseguir la mente del ego hacernos pensar con ella en vez de con la única mente real que todos tenemos? Cuando me sucede algo horrible, intento acordarme de perdonar. Pero en vez de eso dejo salir toda mi ira, y más tarde me siento fatal por ello. Le echo la culpa a la mente inocente porque no creo que la mente mala tenga ninguna fuerza en absoluto, comparada con la mente real. Estoy seguro de que estoy malinterpretando algo. ¿Podrías aclararme esto? 

Además, no leo el Curso tanto como solía hacerlo porque siento como que ahora ya supiera todo sobre el Curso. Quiero seguir leyéndolo, pero simplemente no tengo la motivación que tenía antes para hacerlo. 

Respuesta: Aunque el lenguaje de Un Curso de Milagros a menudo suena como que tuviéramos dos mentes que están en oposición entre sí, este no es realmente el caso. De hecho, lo que tenemos son dos sistemas de pensamiento opuestos en la mente separada. Uno está inspirado en nuestra desviada ((mal situada)) culpa ontológica, la cual mantenemos firmemente plantada en este sueño de una existencia física llena de sufrimiento. El otro está inspirado por el recuerdo de nuestra realidad en el Cielo, trae perdón a este sueño y por lo tanto nos llevará gradualmente a nuestro despertar. Ninguno de los dos sistemas de pensamiento es verdadero, pues es imposible que la verdad esté dentro del sueño. Sin embargo, los sueños siempre reflejan el pensamiento del soñador. Por consiguiente, el Curso no se dirige a nosotros como el individuo que creemos ser dentro de este sueño, sino que en vez de eso se dirige a nosotros como el soñador del sueño. Podríamos visualizar a ese soñador como el tomador-de-decisiones de la mente, fuera del tiempo y del espacio. El soñador siempre está eligiendo entre la amorosa verdad del Espíritu Santo y la culpabilidad imaginaria del ego.

En realidad el ego no nos hace hacer nada. Más bien es nuestro propio tomador-de-decisiones el que elige escuchar al ego. Una vez que se toma esa decisión, el ego parece estar al mando. Pero, tal como has dicho, el ego en sí no tiene poder. El aparente poder del ego proviene sólo de nuestra propia decisión de tomarlo en serio y seguir sus dictados. Al igual que la diminuta y alocada idea de la cual olvidamos reírnos ((T.27.VIII.6.2)), el ego no es más que un diminuto y alocado sistema de pensamiento del cual continuamente nos olvidamos reírnos. Por consiguiente, el ego no tiene fuerza ni es malo. Es, repito, sólo el sistema de pensamiento de la culpabilidad —que exige castigo— al cual nos agarramos cada vez que nos asustamos (un estado en el que la mayoría de nosotros, por desgracia, vivimos la mayor parte del tiempo).

Por lo tanto, dado que en realidad todos nuestros pensamientos y comportamientos motivados por el ego no son más que reflejos de nuestro intenso miedo, sentirnos mal por haberlos elegido no resulta útil. De hecho, sentirse mal lo único que hace es aumentar la convicción de que somos culpables, que es precisamente lo que nos llevó a elegir al ego inicialmente. La manera de salir de este círculo vicioso es pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a observar nuestros pensamientos y acciones a través de Sus ojos amorosos y libres de juicio. Él nos enseñará que nuestra incapacidad para perdonar a otro es un reflejo de nuestra creencia de que nosotros mismos no podemos ser perdonados ((en otras palabras, que el "pecado" que creemos haber cometido —la separación— es imperdonable)). Y a medida que aprendemos que esto no es cierto, extenderemos cada vez más el perdón, en vez de proyectar ataque y culpa.

Ese es el proceso que Un Curso de Milagros establece para nosotros. En última instancia, este proceso es el verdadero Curso —no las páginas repletas de palabras que componen el libro. Obviamente, si el Curso es nuestro camino, deberíamos estudiarlo y aprender a entender lo que está diciendo. Pero no hay reglas con respecto a cuántas veces o con qué frecuencia deberíamos leerlo. A veces no leer el Curso es una defensa contra él, pero por otro lado, leerlo obsesivamente puede ser una defensa también. Lo importante es interiorizar su mensaje y, en cierto sentido, convertirse en el Curso. El viaje que nos conduce a lograr esto será diferente para cada uno de nosotros.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions197.htm#Q975

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-564

¿Tiene nuestro estado de separación un propósito divino?

P-564: La pregunta P-341 se refiere a nuestro derecho a separarnos: «Supeditado al "derecho" de separaros, acordáis (tu hermano y tú) reuniros de vez en cuando y mantener vuestra distancia con intervalos de separación (...)» ((T.29.I.4.6, aunque en P-341 se cita el párrafo casi entero como contexto: T.29.I.4.1-6)). Mi pregunta es que seguramente esta ilusión de separación debe tener un propósito divino, el cual está, al fin y al cabo, por todas partes. ¿Es así? Seguramente debe ser un error con algún significado o validez. ¿Puede ser que el propósito del error de la separación sea que nos volvamos conscientes de la unidad y la apreciemos, la cual es lo opuesto a la separación? ¿Va la cosa así: primero la unidad... luego la ilusión de la separación... y luego la conciencia de la unidad? ¿Es el propósito de la ilusión que Dios pueda conocerse a Sí Mismo?

Respuesta: No, lo siento, tu línea de razonamiento se puede encontrar en las explicaciones que dan otras enseñanzas espirituales para la separación y el mundo, pero no es así en Un Curso de Milagros. El Curso es inflexible en su postura de que Dios y Cristo, en completa y absoluta Unidad, son Lo Perfecto (por ejemplo T.11.IV.7.5; P.3.I.1.10), a lo cual no puede añadirse nada diferente ni ninguna nueva necesidad (T.10.introd.2.1-4). Por lo tanto es imposible que Dios y Su Hijo puedan obtener ninguna cosa de una experiencia de separación —es una contradicción de Su Realidad y por lo tanto no puede tener ningún valor. La idea de la separación y sus aparentes efectos no son más que un error có(s)mico de proporciones minúsculas, infinitesimales, sin ninguna dimensión, a pesar de nuestra experiencia en sentido contrario.

El Curso explica al principio del Texto que la conciencia pertenece al ámbito del ego (T.3.IV.2), ya que establece una falsa dualidad entre el observador y lo observado, como si hubiera dos entidades diferenciadas y diferenciables. Una vez que ya estamos hablando de una experiencia de algo diferente del único Ser, estamos funcionando en el reino de la ilusión y del error. No hay nada que ganar dentro de este estado, con excepción de su deshacimiento.

Ahora bien; la correción del error, evidentemente, viene en términos dualistas, dentro del ámbito de la conciencia a medida que ella cambia desde la falsa hasta la verdadera percepción (C.1.7). Pero esta última será simplemente un reflejo de la perfecta unidad de Dios y Cristo. El perdón, «un tipo de ficción feliz» (C.3.2.1), es el proceso que deshace los errores perceptuales del sistema de pensamiento del ego, basado en la separación y en las diferencias, lo que conduce al juicio y al ataque. Por medio de nuestra práctica del perdón llegaremos al conocimiento de saber una vez más que: «No hay nada externo a ti. Esto es lo que finalmente tienes que aprender, pues es el reconocimiento de que el Reino de los Cielos te ha sido restaurado. Pues eso fue lo único que Dios creó, y Él no lo abandonó ni se separó a Sí Mismo de él. El Reino de los Cielos es la morada del Hijo de Dios, quien no abandonó a Su Padre ni mora separado de Él. El Cielo no es un lugar ni tampoco una condición. Es simplemente la conciencia de la perfecta Unidad y el conocimiento de que no hay nada más: nada fuera de esta Unidad ni nada ((diferente)) dentro» (T.18.VI.1).

Puede que también te parezcan relevantes para tu pregunta los comentarios de la pregunta P-109.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions99.htm#Q564

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-341

¿Qué quiere decir que con "todos a quienes hayamos conocido antes volveremos a encontrarnos con ellos"?

P-341: ¿A qué se refiere Un Curso de Milagros cuando dice que con todos a quienes hayamos conocido antes volveremos a estar juntos otra vez?

Respuesta: Todos los fragmentos separados de la Filiación, aparentemente dispersos cuando la idea de la separación fue tomada en serio, volverán por medio del perdón a la plena conciencia de la Unidad, la cual nunca fue realmente despedazada.

Nos percibimos como separados unos de otros, alojados en cuerpos que interaccionan y se comunican entre sí corporalmente. El Curso nos dice que esta percepción es el resultado de la decisión que tomamos en la mente de estar separados: «La brecha entre vosotros no es el espacio que hay entre vuestros cuerpos, pues ese espacio tan sólo da la impresión de dividir vuestras mentes separadas. La brecha entre vosotros es el símbolo de una promesa que os habéis hecho de encontraros cuando os parezca, y luego separaros hasta que los dos decidáis encontraros de nuevo. Y entonces vuestros cuerpos parecerán ponerse en contacto y concertar un lugar de encuentro donde reunirse. Pero siempre es posible que cada uno siga su camino. Supeditado al "derecho" de separaros, acordáis reuniros de vez en cuando y mantener vuestra distancia con intervalos de separación (...)» (T.29.I.4.1-6). El «"derecho" de separaros» se refiere a la decisión que tomamos cuando nos identificamos con el cuerpo. Nos encontramos cuando aceptamos la corrección del Espíritu Santo para esta creencia errónea, reconociendo así nuestra unidad con todos nuestros hermanos. Aunque esto tiene lugar en la mente, puede reflejarse en el sueño cuando nuestros «cuerpos parecen ponerse en contacto».

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions62.htm#Q341

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-557

¿Es posible que los pensamientos egoicos provengan de demonios o de otras entidades similares?

P-557: Tengo la sensación de que todo es una ilusión; sin embargo, en el juego de la ilusión me parece a veces que los pensamientos y los asuntos tipo-ego no son míos realmente sino que en algunas ocasiones podrían provenir de otras entidades o de otros lugares. Cuando me doy cuenta de eso, a veces desaparecen. ¿No fue Jesús al desierto para liberarse de este tipo de influencias? ¿Dice algo Un Curso de Milagros sobre este tema?

Respuesta: En primer lugar, la Biblia habla de que Jesús fue al desierto para deshacerse de las influencias negativas, pero como pasa con cualquier otro relato sobre su vida, la mayoría de los estudiosos de la Biblia son de la opinion de que hay muy, muy poco en estos relatos que pueda considerarse como un hecho real. En segundo lugar, uno de los principales objetivos de Un Curso de Milagros es ayudarnos a recuperar el poder de nuestras mentes, para que podamos curarnos de la creencia errónea de que estamos a merced de fuerzas externas a nosotros mismos sobre las que no tenemos control, lo cual incluiría la creencia de que hay entidades que nos hablan. Al llevar a cabo la estrategia del ego, acabaríamos esencialmente sin-mente ((privados de acceso consciente a la mente que está fuera del tiempo/espacio)), pensando que somos víctimas de lo que se nos hace. Así que la ayuda que Jesús nos brinda por medio de su mensaje y de las prácticas de las lecciones del Libro de ejercicios es entrenarnos gradualmente a que aceptemos cada vez más la responsabilidad por nuestros pensamientos y percepciones, hasta que finalmente no tengamos pensamientos ni deseos que no estén de acuerdo con los suyos, que están perfectamente de acuerdo con los de Dios.

Jesús no menciona nunca la palabra demonios, y sí utiliza la palabra diablo en el capítulo 3 del Texto ((aunque aquí Ken Wapnick dice que en el Curso se emplea unas pocas veces la palabra "devil" (diablo) pero nunca la palabra "demon" (demonio), eso es así en el Curso en inglés, mientras que en español la palabra "devil" se tradujo unas veces como diablo y otras como demonio, lo cual no es relevante pues ambas palabras se usan como sinónimos en el contexto del Curso)), donde dice que ese concepto en sí no tiene sentido: «El "diablo" es un concepto aterrador porque parece ser sumamente poderoso y sumamente dinámico. Se le percibe como una fuerza que lucha contra Dios por la posesión de Sus creaciones. El diablo engaña con mentiras, y erige reinos en los que todo está en directa oposición a Dios. Sin embargo, atrae a los hombres en vez de repelerlos, y estos están dispuestos a "venderle" sus almas a cambio de regalos sin ningún valor. Esto no tiene ningún sentido» (T.3.VII.2). Jesús sigue con su corrección de las enseñanzas bíblicas y luego nos ofrece una nueva definición: «La mente puede hacer que la creencia en la separación sea muy real y aterradora, y esta creencia es lo que es el "diablo"» (5.1). En pocas palabras, el ego (y todo lo relacionado con él) tiene sus raíces en nuestros propios pensamientos y creencias, de los cuales somos completamente responsables. En eso es en lo que se centra nuestro trabajo como estudiantes del Curso: aprender a reconocer cómo nos estamos defendiendo de esta verdad y cómo evitamos regresar a nuestras mentes. Jesús nos está entrenando para que nos demos cuenta de estas defensas para que podamos identificar el miedo que hay en nuestras mentes, el cual nos lleva a creer que necesitamos defensas. Cuando regresemos a nuestras mentes y nos demos cuenta de que el ego no es más que una creencia errónea que hemos aceptado, simplemente sonreiremos a la bobada de haber tomado en serio y haber creído que hay fuerzas y entidades que podrían afectarnos negativamente. Así que el corazón de la enseñanza de Jesús es que aprendamos a cómo mirar con él nuestro ego, nada más que eso, simplemente mirar, y si hacemos eso con él no tendremos miedo. Por lo tanto, el enfoque del Curso es muy simple: lo único que hay es el ego o el Espíritu Santo, y el ego no es nada, no tiene ningún fundamento. Por último, puesto que el ego es en última instancia sólo una creencia, desaparecerá cuando dejemos de valorar esa creencia. No hay necesidad de luchar contra él o de tratar de expulsarlo. Simplemente míralo con Jesús y sonríe amablemente; no tiene otra existencia que nuestra creencia en él.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions97.htm#Q557

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

martes, 28 de junio de 2016

Facimoutreach P-845

¿Por qué molestarse con el Curso? No parece tener ningún valor práctico.

P-845: En uno de tus comentarios mencionaste la imagen de caminar por este mundo amando a todos los seres que encuentras, lo cual sería un estado de completo perdón. Sin embargo, no he conocido ni oído hablar de nadie que haya alcanzado ese estado, independientemente de cuánto tiempo lleven estudiando Un Curso de Milagros. De hecho, he leído sobre personas que han estado estudiando el Curso durante veinte años y que están aún en el punto de partida, proyectando odio, envidia, etc., hacia alguien. Y yo me relaciono todo el tiempo con estudiantes del Curso que han estado estudiando durante años y no parecen diferentes de los demás. Son más expertos o conocedores del Curso, eso sí —pero no son más capaces de perdonar. No conozco a ningún estudiante del Curso que haya ascendido por la escalera en ningún sentido real. ¿Por qué seguimos estudiando el Curso si después de 15 o 20 años todavía seguimos perdiendo los estribos ((perder la paciencia, el humor o buen ánimo)), sin ser capaces de perdonar, aún mendigando ayuda para ver estas situaciones difíciles de la vida a través de los ojos de Jesús? ¿Cuál es el sentido de esto, cuando el Curso enseña que todo se ha acabado y nadie se ha quedado atrás? ¿Por qué dedicar todo este tiempo a algo tan difícil de entender, si no te lleva a ninguna parte? El Curso es hermoso pero no parece tener ningún valor práctico.

Respuesta: Pareces bastante frustrado con tu experiencia del Curso. Jesús nunca dice que sea un camino fácil, y ciertamente requiere de una gran dosis de paciencia con nosotros mismos (¡y con otros!), a medida que vamos destapando todos los variados aspectos del sistema de pensamiento del ego y nos volvemos cada vez más conscientes de la conexión —a nivel de nuestra creencia— entre nuestros juicios y ataques, y nuestra necesidad de preservar el yo que creemos que somos.

En cierto sentido, debido a que el ego es un sistema de pensamiento completo ((T.19.I.7.4)), el cual en sí mismo no se mitiga ni se modifica en lo más mínimo por nuestro estudio y práctica del Curso, estamos siempre regresando al punto de partida cada vez que nos estamos identificando con él. El ego es odio, ataque y asesinato en estado puro y no adulterado, y esto no cambia por mucho tiempo que hayamos estado estudiando el Curso. Lo que afortunadamente sí cambia es cuánto tiempo continuamos dándole vida al ego antes de que estemos dispuestos a pedir un Maestro diferente, pues el Espíritu Santo es también un sistema de pensamiento completo ((T.19.I.7)) —uno de amor puro sin adulterar. Así que no es que dejemos de enfadarnos, de juzgar y de odiar, sino que el tiempo que tardamos en elegir contra esa ira, contra ese odio, gradualmente se acorta, a medida que vamos reconociendo cada vez con más rapidez que hemos elegido al ego y nos damos cuenta del costo que eso tiene sobre nuestra paz y alegría. Sí, al final del todo, en la cima de la escalera, ya no nos enfadamos ni odiamos ni juzgamos. Pero esperar que nosotros mismos —u otros— estemos libres de los juicios o de la ira cuando aún estamos subiendo por la escalera, no es una expectativa realista. Al fin y al cabo, en ninguna parte del Curso nos dice Jesús que no nos enfademos —él nos pide únicamente que aceptemos que eso nunca está justificado (por ejemplo, T.30.VI.1.1; M.17.8.6).

Es útil recordar que, sencillamente, no estamos en condiciones de juzgar el progreso de nadie con el Curso, incluyendo el nuestro propio (T.18.V.1.5-6). Cuando juzgamos a otros, nos basamos en la conducta externa —la forma— y nosotros simplemente no sabemos la manera en que la mente de otra persona puede estar vacilando/oscilando entre el contenido de la mentalidad correcta y la mentalidad errada. Si podemos tener compasión ante el miedo y la resistencia que otros puedan experimentar en este proceso de soltar los juicios, seremos capaces de ser también más amables con nosotros mismos cuando la resistencia sea grande. Una vez más, es útil recordar que el juicio y el odio tienen un propósito —la auto-preservación del ego, y por lo tanto, del ser que creemos que somos. Así que la resistencia será tremenda y el progreso a veces puede dar la impresión de ir a paso de caracol. Pero, de nuevo, no estamos en condiciones de juzgar el progreso de nadie en este camino, incluyendo el nuestro.

También puede ser útil tener en cuenta un contexto más amplio para el proceso de la sanación que el Curso está tratando de fomentar, reconociendo al mismo tiempo que usar un marco temporal lineal puede ser un tanto engañoso. El Curso ha estado disponible desde hace unos 25-30 años ((esta pregunta-respuesta P-845 fue realizada en el año 2005; y el Curso fue publicado por primera vez en 1976)). Estamos tratando de deshacer un sistema de pensamiento con el que hemos pasado miles, incluso millones de años invirtiendo en hacerlo real (T.2.VIII.2.5). Veinticinco años intentando entender el sistema de pensamiento del ego al igual que también el sistema de pensamiento de corrección del Curso y entonces aplicar sus principios, los cuales forzosamente cambian en función de su aplicación a medida que profundizamos en nuestro entendimiento del Curso, es muy poco tiempo en comparación —no es nada. Por supuesto que en realidad lo que determina nuestro progreso no es la cantidad de tiempo que llevemos estudiando y practicando el Curso, sino el nivel de culpa y miedo con el que nos permitimos entrar en contacto ((ser conscientes)) para que ambos puedan ser deshechos. Y para la mayoría de nosotros, el miedo a perder al ser al que nos apegamos y apreciamos como real es lo que secretamente nos motiva a seguir juzgando, odiando, atacando y justificando esas percepciones. Y a causa de los muchos niveles en que está escrito el Curso, los cuales reflejan en realidad correcciones para las muchas capas del sistema de pensamiento del ego, podemos engañarnos a nosotros mismos en creer que estamos practicando sus principios cuando estamos reforzando sutilmente ((disimuladamente, ocultamente, inconscientemente)) nuestros egos.

Así que cada uno de nosotros quienes vemos el Curso como nuestro camino espiritual debemos preguntarnos a nosotros mismos con honestidad: ¿estoy poniendo en práctica los principios del Curso o simplemente estoy estudiando el Curso, tratando de mantenerlo como un ejercicio fundamentalmente intelectual? Pueden pasar años de estudio antes de que nuestro nivel de miedo disminuya lo suficiente para permitirnos escuchar lo que Jesús está diciendo realmente. El propósito del Curso no es simplemente enseñarnos a dejar de juzgar y de odiar, sino que aprendamos a reconocer a niveles cada vez más profundos cuáles son los costes de esos juicios y de ese odio. Pues eso es lo que nos motiva a dejar de lado nuestros juicios y nuestro odio, y a soltar el miedo que afirma que el perdón nos llevará a la auto-aniquilación.

Tu experiencia con el Curso y con sus estudiantes suena bastante negativa, pero hay muchos que, aunque no afirman haber llegado al último peldaño de la escalera, sí informan de estar experimentando grandes cambios en sus percepciones de los demás y de sí mismos como resultado de aplicar los principios del perdón del Curso. Y muchos estudiantes informan también de que otras personas —amigos y familiares— han observado grandes cambios en el estudiante del Curso sin saber qué es exactamente lo que puede haberlos provocado. Es sólo el ego el que querría negar cualquier cambio en nuestra fidelidad que se aleja del ego y se dirige hacia el Espíritu Santo.

Es posible que también desees considerar que simplemente Un Curso de Milagros puede que no sea tu propio camino espiritual en particular, y eso no cabe duda de que tiene que estar bien. Puede haber alguna otra forma de espiritualidad que te ayude a liberarte de tu propia ira y de tus juicios, y que te ayude a dar los pasos que te llevarán de vuelta a casa, que es adonde todos estamos dirigiéndonos, sin duda que a veces tropezando y cayendo a lo largo del camino, pero incluso así seguimos progresando con seguridad hacia ese inevitable resultado, cuando finalmente sabremos que "todo se ha acabado y nadie se ha quedado atrás".

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions164.htm#Q845

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-556

¿Cuál es el significado de la gratitud, según el Curso?

P-556: ¿Qué significa la gratitud de acuerdo con Un Curso de Milagros? La lección 195 dice que le demos las gracias a Dios/Jesús porque no estamos separados ((L.195.6.1; L.195.1.7; etc.)), y que es la única cosa de la que estar agradecidos. Me estaba preguntando sobre las listas de gratitud que hace la gente (por ejemplo: estoy agradecida por mi marido tan comprensivo; estoy agradecida por la persona tan agradable que encontré hoy en la tienda; estoy agradecida por la agradable caminata que hice hoy; etc.). ¿Hay alguna utilidad en elaborar listas de este tipo?

Respuesta: Tu pregunta refleja las dos maneras de experimentar la gratitud: la del ego y la del Espíritu Santo. La gratitud del Espíritu Santo nos conduce a lo que está claramente descrito en la lección 195, tal como señalas. Por medio del Curso aprendemos que no somos cuerpos; que somos mentes, uno con nuestro Padre y los unos con los otros. Por esto estamos verdaderamente agradecidos. El ego, con quien nos identificamos como cuerpos, está "agradecido" cuando se satisfacen sus necesidades especiales y cuando consigue lo que quiere.

Cuando cometemos el error de creer que somos cuerpos separados, desconectados/amputados de nuestra verdadera Identidad como mente, surge inevitablemente una profunda y generalizada sensación de vacío y de necesidad. A continuación nos vemos obligados a tratar de llenar ese vacío con relaciones, cosas y experiencias. Cuando las conseguimos nos sentimos "agradecidos", porque parecen satisfacer nuestra necesidad. Las cosas que mencionas, junto con cualquier otra cosa por la que nos sintamos agradecidos, satisfacen una necesidad que percibimos o satisfacen alguna expectativa que tenemos sobre cómo juzgamos que deberían ser las cosas. Estas necesidades y expectativas que percibimos tienen todas ellas su origen en la decisión de escuchar al ego y creer en el cuerpo. El error es creer que alguien o algo externo a la mente tiene el poder de curar el sentimiento de pérdida y de vacío causado por la creencia en el cuerpo. La búsqueda de estas soluciones externas es interminable porque ellas no satisfacen nuestra verdadera necesidad, que es aceptar la verdad hacia la que el Espíritu Santo nos está guiando. Esto no quiere decir que no debemos disfrutar de las cosas que valoramos en el sueño, ni que debemos buscar las cosas que pensamos que necesitamos. Son las relaciones especiales las que el Curso nos dice que pueden ser transformadas por el Espíritu Santo a través del perdón, que elimina de las relaciones especiales el poder de quitarnos nuestra paz o de hacernos felices. Entonces estamos agradecidos a nosotros mismos por no percibir que nadie o nada externo a nuestras mentes tenga ese poder, y por esta misma razón estamos agradecidos a ellos ((a nuestros hermanos [en forma humana o la que sea], no como seres externos, sino como recordatorios de nuestra unidad en la mente [ver L.95, por ejemplo en 6.1,3])). Así experimentamos la verdadera gratitud de la que el Curso habla; no importa lo que pase ni lo que los demás hagan o dejen de hacer: «Cuando tu perdón sea total tu gratitud lo será también, pues te darás cuenta de que todas las cosas son acreedoras al derecho a ser amadas por ser amorosas, incluyendo a tu Ser» (L.195.8.6).

Link original en inglés: http://facimoutreach.org/qa/questions/questions97.htm#Q556

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-552

¿Debo hablar a mis amigos del Curso, arriesgándome al ridículo?

P-552: Llevo más de cuatro años practicando Un Curso de Milagros, he experimentado el perdón en muchos niveles y me está pareciendo un viaje emocionante pero muy, muy doloroso. He experimentado también algunas maravillosas intuiciones, así como progreso y amor al compartir mi aprendizaje con otras personas cuando se presenta la oportunidad. Pero a veces algunas personas se ponen tan contentas o están tan impresionadas por algo que les he dicho o por lo útil que les ha sido como ayuda, que me dicen cosas como: "¿De dónde sacas estas ideas?". No les he mencionado a muchas personas el Curso ni lo que estoy practicando, pero me divierte decirles: "Bueno, el Espíritu Santo me lo dijo". Algunos de mis amigos (tengo 26 años) me miraban como diciendo: "¿De qué demonios estás hablando?". ¿Qué me aconsejaríais?

Respuesta: ¿Te sientes cómodo diciendo simplemente que estas ideas te han venido como resultado de estudiar y practicar Un Curso de Milagros? Y si tus amigos preguntan qué es, ¿no podrías simplemente decirles que es un camino espiritual que se centra en el perdón y la paz? Y después puedes dejar en manos de ellos si seguir con el tema o no. Si estás unido con el Espíritu Santo cuando estés hablando con tus amigos, estarás tranquilo y no tendrás ninguna inversión en decir ninguna cosa en particular, de modo que si dices algo, no tendrás ninguna inversión en cuanto a cómo reaccionen tus amigos, porque el amor y la paz del Espíritu Santo se estarán expresando a través de ti, y tú sabrás que el "mensaje" no está viniendo de ti. Todo sentido de especialismo y de autoimportancia disminuyen hasta reducirse a nada en el instante santo. Sin embargo, parecerás perfectamente normal para los demás, en el sentido de que no desearás sobresalir o brillar por encima de los demás, además de ser más tranquilo y feliz.

((Otra pregunta donde se describe de manera breve el Curso como un camino espiritual que se centra en la paz y el perdón: P-356))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions97.htm#Q552

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

lunes, 27 de junio de 2016

Facimoutreach P-550

Si Jesús alcanzó el principio de la Expiación, ¿por qué la ilusión no quedó completamente anulada?

P-550: (1) En la ilusión (la ausencia de Dios), Jesús, él mismo también una ilusión, regresa a Dios; ¿por qué esto no anuló la ilusión de inmediato? ¿Por qué no se ha despertado la mente única tras lograr Jesús aceptar perfectamente el principio de la Expiación? Yo pensaba que bastaba con una sola mente para cambiar el mundo; y si todos los billones de fragmentos de la mente tienen que despertar, entonces eso parecería indicar que "uno" no es el número mágico, lo que hace que parezca como que realmente hay separación.

(2) ¿Cómo es que Jesús conoce completamente a Dios y Dios no sabe nada de Jesús?

Respuesta: Estas son preguntas perfectamente razonables. El problema es que surgen desde una perspectiva ilusoria. «Un hermano es todos los hermanos. Y en cada mente se encuentran todas las mentes, pues todas las mentes son una. Esta es la verdad. No obstante, ¿aclaran estos pensamientos el significado de la creación? ¿Te brindan estas palabras perfecta claridad? ¿Qué parecen ser sino sonidos huecos, bellos tal vez, correctos en el sentimiento que expresan aunque fundamentalmente incomprendidos e incomprensibles? La mente que se enseñó a sí misma a pensar de manera concreta ya no puede aprehender la abstracción en el sentido del abarcamiento total que esta representa. Necesitamos ver un poco para poder aprender mucho» (L.161.4). Obviamente esto no pretende ser una respuesta a tus preguntas, ni tampoco es un intento de evadir responderlas. Es sólo que es vitalmente importante que seas consciente de estas limitaciones para que las cuestiones que planteas no se conviertan en un obstáculo para tu práctica del perdón, la cual te llevará finalmente a una experiencia en la que todas tus preguntas simplemente desaparecerán. Por supuesto que podemos culpar a Jesús de nuestra perplejidad, por haber planteado las cuestiones en primer lugar ¡y luego habernos dejado solos para averiguarlo todo por nuestra cuenta! No obstante, él se ha anticipado a nuestra frustración y la aborda en diversas partes del Curso, siendo especialmente explícito con respecto a esto en la introducción a la Clarificación de términos (C.introd.2; 3.1; 4.1-2). En vista de esto, es necesario aceptar que no puede haber respuestas que se correspondan perfectamente con las expectativas de la lógica humana, tal como Jesús da a entender en la cita anterior. En las mentes identificadas con la separación y la individualidad hay una inherente incapacidad para comprender el significado completo de lo que Jesús enseña. Y la dificultad está en nuestro extremo, no en el de Jesús.

Lo que sigue es una especie de repetición de nuestra respuesta a la pregunta P-430 ((Posteriormente surgió una pregunta también similar, la P-1007)), la cual aborda el mismo tema que el de tu primera pregunta. La mente única ya ha despertado, y en realidad nunca cayó ni siquiera dormida. Hay la ilusión de que hay billones de fragmentos dormidos y soñando, teniendo cada uno de ellos que aceptar la Expiación, lo cual ya ha sucedido; pero sigue siendo una ilusión de que muchas mentes han de despertar. Por ese motivo insiste Jesús en la importancia de que cada uno se centre exclusivamente en aceptar la Expiación para sí mismo ((por ejemplo: T.2.V.5.1)). Una vez que tu mente se cura de toda creencia en la separación, entonces sabes que verdaderamente hay una sola mente y que lo que aparentan ser mentes individuales no-sanadas son en realidad parte de la mente única que está sanada. Creer que somos mentes individuales entre millones de otras mentes individuales es una defensa contra la verdad, y por consiguiente cada vez que tratamos de entender desde ese punto de vista lo que Un Curso de Milagros está diciendo, reforzamos la defensa y permaneceremos en la oscuridad. Jesús transciende completamente este punto de vista humano, aunque al mismo tiempo nos habla desde ese marco de referencia con el fin de poder comunicarse con nosotros. Pero toda su enseñanza y todo el entrenamiento que nos ofrece es para el propósito de llevarnos más allá de eso, hasta donde él está. Es en ese sentido en el que nos dice: «El momento en el que ha de llegar la experiencia que pone fin a todas tus dudas ya se ha fijado. Pues la jornada sólo se puede ver desde el punto en donde termina, desde donde la podemos ver en retrospectiva, imaginarnos que la emprendemos otra vez y repasar mentalmente lo ocurrido» (L.158.4.4-5). Así que la única manera de hacer frente a tu pregunta es que trabajes en tus lecciones de perdón para que llegues a la experiencia en la que se acaban todas las dudas y preguntas.

Por último, la curación de la mente no cambia el mundo, como afirmas en tu pregunta. La mente simplemente deja de atribuir al mundo un poder que este no tiene ni tuvo jamás. Por consiguiente, Jesús nos reclama: «No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él» (T.21.introd.1.7).

Esto es un trasfondo útil para responder a tu segunda pregunta. Si toda separación es ilusoria, entonces no hay nada fuera de Dios —la perfecta Unidad— que pueda ser conocido: «Fuera del Cielo la vida es imposible, y lo que no se encuentra en el Cielo no se encuentra en ninguna parte» (T.23.II.19.6). ¿Cómo puede Dios conocer lo que es imposible y lo que no está en ninguna parte? De modo que para aquellos que están dormidos y soñando el sueño ilusorio de la separación, Jesús simboliza o refleja esta Unidad dentro de un marco de referencia que sea significativo y comprensible. Cuando nuestro miedo a la Unidad disminuye y finalmente desaparece por completo, sólo permanece la realidad del amor. Nada más permanece, ¡porque nunca hubo nada más! Jesús no "conoce" a Dios; él es un reflejo o símbolo en nuestras mentes del Amor que es Dios. Una vez más, el Curso viene en un marco de referencia egoico ((pueden repasarse las menciones al "marco de referencia" en esta misma pregunta, tanto en el segundo párrafo de la respuesta como en este mismo párrafo; también, refiriéndose más explícitamente a que es un marco de referencia egoico, puede leerse en la Clarificación de términos: C.introd.3.1)); utiliza el lenguaje de la dualidad porque es el que nosotros podemos entender. Pero toda su intención es llevarnos más allá de la dualidad hasta el estado de perfecta Unidad.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions96.htm#Q550

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-544

¿Es también el Curso sólo una ilusión?

P-544: Quiero comentar algo sobre la pregunta P-328, que preguntaba: "Si todo es ilusorio, ¿cómo puede existir Un Curso de Milagros?". 

El Curso no existe. Es parte de nuestra ilusión. La tarea del Espíritu Santo es usar diversos aspectos de nuestras ilusiones para guiarnos suavemente de vuelta a la realidad. Así que el Espíritu Santo no ha usado solamente papel y tinta (ilusión) sino también nuestro concepto de que "algo va mal y tiene que ser corregido" (ilusión) y los ha girado hacia un propósito santo, el de guiarnos suave y amablemente de regreso a la realidad. El Espíritu Santo está manipulando parte de nuestro sueño para guiarnos a un feliz despertar. ¿Lo he comprendido bien?

Respuesta: En un nivel muy práctico, lo has comprendido bastante bien. El Curso nos enseña que el Espíritu Santo puede usar todo lo que el ego ha hecho para la separación como un medio para la sanación (por ejemplo, T.6.V.A.2.4-5; T.7.IV.3.3), si nosotros se lo ofrecemos para Su propósito. Y es muy útil ver de esta forma a nuestro Guía y Consolador —la parte de nuestra mente dividida que recuerda a Dios y Quién somos— mientras sigamos atrapados en las ilusiones que nosotros mismos hemos construido. Pues esto ofrece una corrección a la manera en que el ego quiere que veamos a Dios y a Su Representante dentro del sueño —como el vengativo enemigo.

Pero hay otro nivel de entendimiento que, a medida que progresamos con el Curso, nos llevará aún más lejos que esta útil mitología. No sólo el Curso es una ilusión, sino que el Espíritu Santo, como un Ayudante separado que manipula ilusoriamente los símbolos del ego, es una ilusión también.

Cerca del final del libro, hablando sobre el Espíritu Santo, el Curso explica: «Su Voz es la Voz en favor de Dios, y por lo tanto ha adquirido forma. Dicha forma no es Su realidad, la cual sólo Dios conoce junto con Cristo, Su verdadero Hijo, Quien es parte de Él. (...) El Espíritu Santo parece ser una Voz, pues de esa forma es como te comunica la Palabra de Dios. Parece ser un Guía por tierras lejanas, pues esa es la clase de ayuda que necesitas. Y parece ser también cualquier cosa que satisfaga las necesidades que creas tener» (C.6.1.4-5; 4.5-7).

Tanto estas funciones como todas las demás funciones atribuidas al Espíritu Santo son ficciones útiles mientras sigamos creyendo que estamos solos y separados. Pero cuando el tiempo haya terminado y hayamos despertado del sueño ya no tendremos necesidad de tales símbolos de ayuda: «Y luego ya no se oirá más la Voz, ya que no volverá a adoptar ninguna forma, sino que retornará a la eterna Amorfía de Dios» (C.6.5.8).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions95.htm#Q544

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-187

¿Qué nos sucede cuando finalmente dejamos de lado al ego?

P-187: Entonces, ¿qué sucede cuando finalmente uno es capaz de abandonar al propio ego? ¿Deja uno de existir como individuo? Sé que estoy apegado a mi individualidad. Me gusta mi vida, básicamente. No quiero desaparecer dentro de... ¿de qué? Me gusta el mundo y pienso que es hermoso. No quiero que el mundo desaparezca. ¿Qué sucede cuando nuestros cuerpos mueren? ¿Qué sucede cuando despertamos del sueño? Cuando nuestros cuerpos mueren, ¿despertamos del sueño?

Respuesta: Puedes estar seguro de que mientras quieras que tu realidad sea un ser individual y el mundo, así será para ti. Jesús deja esto claro en unos cuantos pasajes. Hablando del mundo que vemos, Jesús dice: «(...) tú mismo lo inventaste. Puedes renunciar a él con la misma facilidad con la que lo construiste. Lo verás o no lo verás, tal como desees. Mientras desees verlo, lo verás; cuando ya no lo desees ver, no estará ahí para que lo puedas ver» (L.32.1.2-5). Y más adelante, también en el Libro de ejercicios, dice: «No hay ningún mundo aparte de lo que deseas, y en eso radica, en última instancia, tu liberación. (...) No es el orgullo el que te dice que fuiste tú quien construyó el mundo que ves y que ese mundo cambia según tú cambias de mentalidad» (L.132.5.1,5). Y anteriormente, en el Texto, él nos asegura: «No temas que se te vaya a elevar y a arrojar abruptamente a la realidad» (T.16.VI.8.1).

De  modo que en este momento tú no estás buscando la liberación —eso está bien. Jesús no juzga eso. Puede que él ponga en duda tu cordura (T.23.II.13.4-13). Pero Jesús no te juzga por preferir antes el mundo que su amor. La mayoría de nosotros no nos damos cuenta de que esto es lo que estamos eligiendo, no creemos que estemos tomando esa decisión. Así que uno de los objetivos de Un Curso de Milagros es ayudarnos a ver que estamos eligiendo el mundo y nuestro ser individual, y que esa decisión representa una decisión en contra del amor y de la paz. El auténtico amor y la auténtica paz sólo se pueden encontrar en la unidad, no en la separación y en las diferencias.

Si para ti el mundo resulta todavía muy atractivo, entonces el Curso te resultará menos deseable como camino espiritual. El Curso te va a enseñar el valor que tiene soltar tus juicios y, como resultado de eso, de tener menos dolor, culpa y ansiedad en tus relaciones. Pero la metafísica que es la base del Curso para el perdón afirma la irrealidad de la separación, del ser individual y del mundo. Una enseñanza así es contraria a la preferencia que has expresado por el mundo, y en algún momento puede que experimentes conflicto. Pero la verdad es que ninguno de nosotros nos encontraríamos aquí en el mundo si eso no fuera nuestra preferencia y nuestra decisión, como dejan claro los pasajes que hemos citado más arriba.

Así que lo principal es que seas honesto contigo mismo y con Jesús en cuanto a lo que quieres ahora mismo y en cuanto a cómo te sientes. Si, con el tiempo, llegas a aceptar que la decisión que estás tomando tiene un costo para ti, puedes reconsiderar tu decisión en ese momento.

Cuando estés listo para soltar completamente tu identificación con el yo-egoico y con el mundo, el cual es su defensa, no sucederá nada en realidad. Simplemente experimentarás un profundo cambio de percepción. La muerte no tiene nada que ver con este cambio, y el nacimiento tampoco. La muerte del cuerpo no cambia la decisión de la mente de estar separada —de hecho puede que refuerce esa decisión, si la muerte se siente de cualquier modo como un castigo, o como una privación, o como una vía de escape. Y entonces simplemente elegiremos otra vida para seguir con nuestra experiencia de individualidad y especialismo.

Todo está sucediendo en la mente, y cuando tu mente abandone al ego, simplemente despertarás al hecho de que únicamente has estado soñando un sueño de separación. Así que no hay separación, no hay un yo separado ni un mundo externo. El sueño puede aparentar que continúa, pero no lo tomarás en serio, al saber que simplemente es una fantasía o ilusión que no tiene significado real o efectos reales. Sabrás que eres la mente ilimitada y no un ser corporalmente limitado. Y la alegría que viene de la constatación de que la mente es realmente una hará que cualquier alegría y belleza que el mundo parecía ofrecer antes, parezcan en comparación como una sombra pálida y sin vida.

Puedes ver también la pregunta P-68 para leer comentarios sobre la relación entre la mente y la muerte del cuerpo.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions37.htm#Q187

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

domingo, 26 de junio de 2016

Facimoutreach P-537

Si la enfermedad no es "real", ¿cómo debe actuar un estudiante del Curso ante las ETS?

P-537: Como probablemente habrás escuchado, los médicos aconsejan a los pacientes que tienen la enfermedad de transmisión sexual (ETS) del herpes —del cual se afirma que es siempre contagioso— que se lo digan a su pareja sexual y que usen recursos de protección para no contagiar la ETS a su pareja. Y Un Curso de Milagros enseña que la enfermedad es el efecto de nuestra creencia en la culpa. Así que, aunque la culpa no puede ser contagiosa, ¿cómo puede un estudiante del Curso pensar correctamente, hablar correctamente y actuar correctamente con respecto a la ETS del herpes?

Respuesta: Aunque la culpa no es contagiosa, conduce inevitablemente a esperar un castigo. Siguiendo el plan del ego, como una defensa contra la agonía de la culpa y el miedo en nuestras mentes, negamos la mente y sus contenidos y terminamos creyendo que somos cuerpos que viven en un mundo que tiene sus propias leyes. (Ver L.76.8, donde Jesús enumera algunas de estas leyes). Por decisión propia, entonces, nosotros (mentes tomadoras-de-decisiones, fuera del tiempo y el espacio) nos sometemos a estas leyes y bloqueamos cualquier conciencia de las dinámicas que tienen lugar en nuestras mentes, que son el fundamento de nuestras experiencias en el mundo. Todo esto es un montaje, pero si estamos convencidos de que somos cuerpos, sería mejor que prestemos atención a estas así llamadas leyes. Sí, es cierto que la enfermedad está causada en última instancia por nuestra creencia en la realidad de la culpa, pero mientras estemos funcionando en ese nivel, el cual es un paso en la dirección correcta, no podemos ignorar o negar nuestras experiencias corporales, ni Jesús piensa que sería buena idea hacerlo (T.2.IV.3.8-11).

Tú señalas el herpes, pero ¿beberías de una taza que acaba de ser utilizada por una persona que tiene gripe? ¿Aceptarías sangre de un donante del que se sabe que tiene el virus del SIDA? ¿Dejarías que tu hijo juegue con otro niño que acaba de coger el sarampión? ¿Comerías en un restaurante en el que los cocineros tienen la hepatitis? El asunto, una vez más, es que si tú crees que eres un cuerpo, es de simple sentido común hacer lo que las personas normales hacen en el mundo para protegerse a sí mismas y a los demás —pero sin hacer de ello algo importante, sin convertirlo en algo tremendo, relevante, especial (sin hacer un drama de ello). Este es el enfoque conciliatorio que Jesús mismo recomienda (en la referencia del capítulo 2 mencionada arriba) ((concretamente en T.2.IV.4.6)).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions94.htm#Q537

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-185

¿Es este mundo parte del sueño de Dios?

P-185: Si el mundo que percibo no es real, ¿no significa eso que todos los seres que existen dentro de este mundo, incluido yo mismo, no somos reales, y entonces no significaría eso también que únicamente Dios es real, y que es Dios quien está teniendo el sueño?

Respuesta: Los tres primeros puntos de tu secuencia son correctos: 1) el mundo no es real, 2) todos aquellos que viven en el mundo no son reales, 3) únicamente Dios es real. Pero de ahí no se sigue que Dios esté teniendo el sueño. Dios no es parte del sueño precisamente porque Él es real y un sueño es una ilusión. "Real" e "ilusión" son mutuamente excluyentes. La "persona desaparecida" de tu ecuación es la mente del Hijo separado, quien es el soñador del sueño. Ese es el "" al que el Curso le está hablando y con el que nos enseña a identificarnos. Nos hemos identificado equivocadamente con la "figura del sueño" —el tú que tú crees ser—, el tú que no es real. Esto nos ha causado mucha confusión. La explicación que da Un Curso de Milagros a cómo ha sucedido esto es que cuando la mente elige creer que la separación de Dios no es sólo posible sino que incluso es real, es como si la mente se quedara dormida y soñara un sueño de separación. En este sueño, la mente que está soñando se identifica con la figura del sueño. Ahora todo está del revés, todo ha quedado invertido. El mundo se vuelve real para nosotros. Ya no se percibe como el sueño que es, y nos perdemos en medio de sus ilusiones, totalmente inconscientes de que estamos soñando. Este es el poder de la negación en funcionamiento. Lo que se niega es la decisión —en la mente— de separarse de Dios, y luego soñamos este sueño en el que Dios está ausente y no puede entrar. La identidad como soñador del sueño es negada u olvidada, siendo reemplazada por una identidad como la figura dentro del sueño. Esta crisis de identidad es el objetivo del ego. Nos mantiene libres de responsabilidad por la decisión original —en y de la mente— de separarnos, y también libres de la responsabilidad por haber negado esa decisión. El objetivo del Curso es enseñarnos que en realidad somos el soñador del sueño, por lo que tenemos la capacidad de volvernos un soñador lúcido, conscientes de que estamos soñando y de que también tenemos el poder de tomar otra decisión. Si, como un soñador lúcido, somos conscientes de que estamos soñando una pesadilla de separación que es el origen de todo nuestro dolor, finalmente acabaremos dándonos cuenta de que podemos despertar de este sueño. El Curso nos dice: «Has elegido un sueño en el que has tenido pesadillas, pero el sueño no es real y Dios te exhorta a despertar. Cuando le oigas no quedará ni rastro de tu sueño porque despertarás. Tus sueños contienen muchos de los símbolos del ego y éstos te han confundido. Eso se debe, no obstante, a que estabas dormido y no te dabas cuenta de ello. Cuando despiertes, verás la verdad a tu alrededor y dentro de ti, y ya no creerás en los sueños porque éstos dejarán de ser reales para ti. El Reino, en cambio, y todo lo que allí has creado, será sumamente real para ti porque es hermoso y verdadero» (T.6.IV.6.3-8).

Puede ser útil relacionar/comparar esto con la experiencia de un niño que tiene un sueño. Sus padres no están en el sueño y no son conscientes de que el niño está teniendo una pesadilla. Mientras el niño duerme, la pesadilla le parece real y aterradora. Es sólo cuando el niño se despierta cuando por fin se da cuenta de que estaba soñando y de que está seguro en su cama con sus padres allí para consolarle, asegurándole que el sueño no era real.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions37.htm#Q185

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-536

¿Se satisfarán mis necesidades si hago caso al Espíritu Santo? ¿Y cómo puedo estar seguro de que no le estoy haciendo caso al ego?

P-536: Un Curso de Milagros nos dice muchas veces que dejemos de lado nuestros juicios y permitamos al Espíritu Santo guiarnos. Dice que si permitimos al Espíritu Santo guiarnos, todas nuestras necesidades serán cubiertas. También explica que el término "necesidades" se refiere a las aparentes necesidades que percibimos mientras todavía estamos en la ilusión. Dice también que debemos despertar en paz. Supongo que se refiere a que no podemos despertar directamente de un sueño de terror, sino que primero debemos permitir al Espíritu Santo guiarnos desde nuestro sueño de miedo al "sueño feliz". Y entonces sí podemos despertar. ¿Lo he entendido correctamente? ¿Cómo podemos estar seguros de que no estamos siguiendo los juicios del ego como guía, confundiéndolos con las orientaciones de la guía del Espíritu Santo?

Respuesta: Tu comprensión es básicamente correcta, suponiendo que no te refieras a que esperas que todas tus aparentes necesidades mundanas han de ser cubiertas siempre y cuando sigas la guía del Espíritu Santo. Pues si es eso lo que esperas, te estarás encaminando hacia una segura decepción. Hay muchos pasajes en el Curso donde el lenguaje que se usa parece sugerir este tipo de suministro Providencial de nuestras necesidades (por ejemplo T.20.IV.8; pero ver también la pregunta P-293), pero tales pasajes están pensados como mensajes tranquilizadores para confortarnos sabiendo que Dios nos ama y no quiere castigarnos ni perjudicarnos de ninguna manera, como el ego quiere hacernos creer. A medida que llegamos a entender el nivel mental en que está escrito el Curso, se hace evidente que Jesús se refiere a los obstáculos y a las necesidades percibidas en la mente, no en el cuerpo, el cual después de todo es sólo una proyección sin vida de los pensamientos de escasez y necesidad (carencia) en la mente.

En cuanto a tu pregunta sobre escuchar al Espíritu Santo, Su guía consiste siempre y únicamente en que perdonemos (T.25.VI.5.3-6; L.99.9.6-8; L.PII.Preg1.5.1). Y eso no requiere que hagamos nada. Más bien se nos pide que deshagamos nuestros juicios de ataque y condenación. Cualquier cosa concreta que pudiéramos decir o hacer tras haber dejado de lado los juicios es simplemente la forma que nuestra propia mente, unida con la del Espíritu Santo, le da entonces a la experiencia de amor y paz que fluye a través de nuestra mente cuando no estamos limitando su extensión al desear algo diferente. Mientras aceptes que tu papel es simplemente reconocer tus juicios egoicos y estar dispuesto a dejarlos de lado, no necesitarás preocuparte de nada más. Estarás siguiendo la guía del Espíritu Santo.

Tu preocupación por distinguir entre la guía del ego y la del Espíritu Santo ha sido abordada también en otras preguntas, como la P-43, la P-285 y la P-309.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions94.htm#Q536

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html