viernes, 13 de octubre de 2017

Comentando un par de citas del capítulo 21 del Texto

En la primera cita que vamos a ver, de la sección T.21.VII (La última pregunta que queda por contestar), se plantean 4 preguntas, siendo la última de ellas la que marca la diferencia, según explica el Curso. Veamos el enunciado principal de esa cita:

Pero deja que se haga a sí mismo las siguientes preguntas con respecto a las cuales tiene que tomar una decisión, para que esto se lleve a cabo por él: 

¿Deseo un mundo en el que gobierno yo en lugar de uno que me gobierna a mí? 
¿Deseo un mundo en el que soy poderoso en lugar de uno en el que soy impotente? 
¿Deseo un mundo en el que no tengo enemigos y no puedo pecar? 
¿Y quiero ver aquello que negué porque es la verdad?

Tal vez ya hayas contestado las tres primeras preguntas, pero todavía no has contestado la última. Pues ésta aún parece temible y distinta de las demás. Mas la razón te aseguraría que todas ellas son la misma. (T.21.VII.5.10-14; 6.1-3)

Es reseñable que en las 3 primeras preguntas se menciona el mundo. Además, se utiliza un verbo más brumoso: desear (en inglés desire) mientras que en la última pregunta se utiliza el verbo querer (en inglés want; en la traducción oficial se tradujo también como desear, pero aquí he preferido traducirlo por querer, para mantener el mismo matiz que en inglés). La última pregunta puede expresarse también así:

¿Es esto lo que quiero ver? ¿Es esto lo que quiero? (T.21.VII.8.4-5) (en la palabra final, de nuevo, he cambiado "deseo" por "quiero" para reflejar en la traducción la palabra inglesa "want", en lugar del "desire" que se utiliza en las otras 3 preguntas).

En el resto de esa sección se explica la importancia de estas preguntas, sobre todo de la última. Podéis releer esa sección para repasar todos los matices, pero citemos aquí de ejemplo lo siguiente:

¿Por qué es tan importante esta última pregunta? La razón te dirá por qué. Es igual a las otras tres, salvo en lo que respecta al tiempo. Las otras son decisiones que puedes tomar, volverte atrás y luego volverlas a tomar. Pero la verdad es constante, e implica un estado en el que las vacilaciones son imposibles. (T.21.VII.10.1-5)

Comentemos un poco el tema. Las 4 preguntas son en el fondo lo mismo, aunque las 3 primeras tienen un matiz diferente, menos firme. Como hemos visto, las 3 primeras preguntas mencionan el mundo. La cuarta pregunta va más a lo esencial: se refiere a la mente, al propósito: va directa a la causa (la mente), sin centrarse en el efecto (el mundo, que es simplemente el espejo donde podemos ver reflejada la decisión que hemos tomado mentalmente, y así poder cambiarla). Además, las 3 primeras preguntas indican que podemos tener dudas (por eso se utiliza el verbo desear), mientras que en la cuarta pregunta tenemos firmeza (por eso se utiliza el verbo querer). No es exactamente lo mismo querer algo que desearlo. Si quiero por ejemplo que en mi trabajo me suban el sueldo, inmediatamente me pongo manos a la obra, hago cosas útiles, comento algo con el jefe, etc. Pero si simplemente deseo que me lo suban, tal vez se quede en una simple fantasía o idea fugaz con la que no hago nada concreto. Cuando realmente quiero algo, estoy dispuesto a utilizar los medios para lograrlo. Por ejemplo, si quiero despertar de la dualidad, entonces debo estar dispuesto a utilizar el medio de despertar: el perdón.

Cuando el Curso dice que la cuarta pregunta es únicamente diferente con respecto al tiempo, se refiere a que en las 3 primeras preguntas tenemos dudas y no somos firmes: oscilamos demasiado fácilmente entre los sistemas de pensamiento del ego y del Espíritu Santo, pasando de uno al otro constantemente, haciendo constantes zig-zags de uno al otro, impulsados por nuestro antojo en cada momento. Pero cuando finalmente somos firmes en querer despertar, esas oscilaciones disminuyen en gran medida porque estamos dispuestos a usar los medios para lograr nuestro objetivo. Entonces, a lo largo del tiempo, somos mucho más fieles al propósito del perdón. Cada vez nos centramos más en la causa (la mente; deshacer la elección errónea de elegir al ego) en vez de en el efecto (el mundo, el cual vemos ahora simplemente como un espejo para ver reflejado lo que estamos eligiendo en nuestra mente).

Un Curso de Milagros dice de sí mismo:

Éste es un curso acerca de causas, no de efectos. (T.21.VII.7.8)

Por lo tanto, el Curso nos guía para que nos centremos en la mente (la causa, el propósito, lo que realmente queremos, el cambio de decisión), en vez de centrarnos en el cuerpo o en el mundo (el efecto, el comportamiento, los acontecimientos concretos).

☼☼☼

La segunda cita que quería comentar aparece al principio de la sección T.21.V (La función de la razón). Va a ser un comentario breve, pero útil porque a muchos puede que os pase como a mí con esta cita: que nunca tuve ni idea de a qué se refería exactamente, hasta que he leído a Kenneth Wapnick comentar su significado. La copio señalando con letras en negrita la parte que yo no entendía:

Las leyes del tamaño, de la forma y de la luminosidad tendrían validez, quizá, si otras cosas fuesen iguales. Pero no lo son. (T.21.V.1.3-4)

Pero ¿qué cosas son esas? ¿Qué cosas no son iguales? Siempre leí esto sin entenderlo, hasta que he visto que cuando Kenneth Wapnick comenta sobre T.21.V.1-4, dice que a pesar de que la percepción mienta para decir que el mundo y la mente son iguales, en realidad no lo son. Ken no es muy explícito aquí, pero al leer eso deduje que por lo tanto, cuando el Curso habla ahí de "otras cosas" que "fuesen iguales" pero que "no lo son", se refiere a lo que dice Ken: la percepción se centra en el mundo, considerándolo tan esencial como la mente (igual a la mente, si es que incluso no más importante que la mente), pero en realidad no es así: el Curso nos enseña que la mente es la causa, mientras que el mundo es simplemente su efecto. No son iguales, puesto que el mundo está subordinado a la mente; es simplemente su reflejo. Es la mente la que manda, la que parte el bacalao. Por lo tanto es la mente (nuestra elección errónea por el ego) lo único que necesitamos corregir para librarnos de todos nuestros pesares y problemas, todos ellos ilusorios pero que nos parecerán reales mientras no cambiemos internamente de decisión en lo profundo de nuestra mente.

Me pareció un matiz interesante de tener en cuenta a la hora de tratar de entender esta cita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios actualmente cerrados. Si quieres comentar algo podrías inscribirte en el foro 'Concordia y Plenitud' mientras siga abierto:

http://concordiayplenitud.foroactivo.com/

Saludos :-)

☼☼☼

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.